El delantero argentino del Lugo muestra respeto hacia el entrenador ante su escaso protagonismo
08 nov 2025 . Actualizado a las 16:21 h.Nico Reniero (Entre Ríos, Argentina, 1995) llegó al Club Deportivo Lugo en el mercado de inverno del curso pasado después de muchos meses de inactividad con el propósito de reencontrar a orillas del Miño su mejor versión goleadora. Avalado por una meritoria trayectoria en su país, la afición albivermella depositó muchas esperanzas en él, pero no se vio correspondida. El delantero argentino marcó solo un tanto en 17 partidos y en este nuevo curso se esfuerza para saldar esa deuda con la grada. Ya ha marcado dos goles y quiere más.
—Decisivo ante el Racing y otro oportuno gol para evitar la derrota ante el Barakaldo. En ambos casos saliendo desde el banquillo. ¿Se encuentra a gusto en el papel de revulsivo?
—Hay que adaptarse a lo que toca y aprovechar los momentos. Cuando las cosas salen bien y ayudas al equipo, bienvenido sea. Es una felicidad por partida doble.
—Es de los jugadores de la plantilla con menos minutos disputados. ¿Cómo lleva eso?
—Lógicamente me gustaría jugar más, por supuesto, pero el respeto hacia el entrenador es máximo y lo que debo hacer es seguir trabajando con todas las ganas para estar preparado para cuando me toca hacerlo. Me exijo para poder jugar más y no pierdo la confianza.
—¿Considera que merece más protagonismo?
—Uno quiere jugar siempre, si bien hay que respetar las decisiones del entrenador y, simplemente, apoyar a los compañeros que juegan y seguir esforzándome para ganarme más oportunidades.
—Da la sensación de que está más en forma que el curso pasado.
—Sí, lo estoy. Cuando vine al Lugo llegaba después de prácticamente un año sin competir y ahora la situación es diferente.
—La temporada anterior marcó un gol en 1.179 minutos y en esta ya lleva dos en 264.
—Como decía, son situaciones distintas. Ahora pude empezar de cero con el resto de mis compañeros y la exigencia es otra. Estoy cambiando el chip, lo de la liga pasada ya está olvidado, y solo pienso en aportar lo máximo.
—¿Se sintió cuestionado?
—No, no. Cuando yo llegué se estaba poniendo mucho el foco en la falta de gol y ya el primer día comenté que yo solo no podía solucionar el problema. Al final, se ajustaron cosas en el equipo y marcaron goles los volantes defensivos y ofensivos, los centrales... Era tocar la tecla correcta para convencernos a todos.
—Vuelta al presente. El presidente ha dicho que el equipo no está donde debe estar y que hay que trabajar más.
—Está claro. La exigencia es estar arriba en la clasificación, con ella vamos a convivir todo el campeonato, y tenemos un plantel muy rico en experiencia para asumir esa responsabilidad. Hay que convencerse y tirar para delante.
—La impresión es que esta plantilla tiene más calidad que la de la pasada campaña. ¿Está de acuerdo?
—Aunque creo que sí, no tiene mayor importancia la comparación. La plantilla actual tiene experiencia y calidad suficiente para sacar adelante los objetivos que tenemos.
—En cuanto al estilo, el míster lo tiene muy claro, salir a dominar en cada partido. ¿Le gusta la propuesta?
—El entrenador insiste mucho en eso y lo hace muy bien, aunque hay campos en los que es difícil imponer nuestro estilo. También hay que saber adaptarse a ponerse el mono e ir al barro. Lo estamos haciendo bien, quizás nos falta un poco más de agresividad arriba.
—Ocho goles en 10 jornadas es un registro escaso para un candidato a la fase de ascenso.
—Cierto, hay que ajustar ahí porque nos va a ayudar muchísimo. Y no encuentro otra solución que no sea el trabajo. Le veo mucho margen de mejora a este equipo, muchísimo.
—El domingo les espera el Guadalajara, que empezó como un tiro pero encadena seis jornadas sin ganar.
—Si pensamos más en el rival que en nosotros, nos desviamos del camino. Tenemos un gran plantel y la prioridad es explotar las muchas virtudes que tenemos y pulir aquellos aspectos en los que estamos más verdes.
—Jugó en el San Lorenzo, el Racing, el Almagro, el Argentinos Júniors y el Tigres antes de venir al Lugo. ¿Qué afición disfrutó del mejor Nico Reniero?
—En San Lorenzo me sentí muy bien, amo ese club, aunque pasaron cosas allí. En el Racing tuve un trayecto muy bueno hasta mi lesión y después solo pude demostrar a ráfagas. En Argentinos me sentí muy bien y a Tigres solo fui por siete u ocho partidos. Tengo aún mucho por demostrar y espero que sea aquí.
—Con 24 años le fichó el Racing por 4 millones de dólares, pero en Avellaneda no encontró el éxito. ¿Tuvo algo que ver la presión?
—Había empezado muy bien esa etapa, pero una pubalgia bastante grave me frenó. Tuve momentos buenos, sobre todo en la Copa Libertadores, pero me quedó la espinita de demostrar en Racing.
—¿Cuál diría que fue el gol más importante de su carrera?
—(piensa) A nivel definitivo, ese gol verdaderamente importante, todavía no lo marqué. Ojalá sea el del ascenso del Lugo.
«Lo primero que meto en mi equipaje es el mate»
Nico Reniero muestra su lado más personal en el cuestionario de La Voz.
—¿Qué es lo que más le gusta de Lugo?
—El Ángel Carro.
—¿Su rincón favorito de la ciudad?
—El Ángel Carro.
—¿Dónde podemos encontrarlo cuando no está ni en el Ángel Carro ni en O Ceao?
—Seguramente en casa jugando con mi hjo.
—¿Cómo mata el tiempo en los largos viajes que hacen en autobús?
—De muchas maneras. Hablanco con los compañeros, viendo películas, viendo fútbol, jugando a las cartas...
—¿Qué no puede faltar en su equipaje?
—El mate. Es siempre lo primero que meto.
—¿Asado argentino o pulpo a la gallega?
—Asado argentino, aunque el pulpo también está muy bueno.
—¿Messi o Maradona?
—Los dos.
—¿Boca Júniors o River Plate?
—San Lorenzo.
—¿Real Madrid o Barcelona?
—San Lorenzo y Lugo.
—¿En qué equipo soñaba jugar cuando era un niño?
—En el San Lorenzo.
—Un estadio.
—Pedro Bidegain —es el estadio del San Lorenzo—
—Una ciudad.
—Entre Ríos, en Argentina.
—¿Quién su mejor amigo en el fútbol?
—Tengo varios.
—¿Cuál fue su momento más feliz como futbolista?
—Mi debut con San Lorenzo.