La visita de la Mareona ya es un ritual. Acostumbran a viajar con el equipo con más o menos infantería pero sospecho que desplazarse a Lugo desde el certero cabezazo de Caballero es una obligación que se imponen en pago a la profesionalidad luguesa en Girona, confirmando el último ascenso a Primera del Sporting. Llenan la zona monumental, le dan colorido y por supuesto invierten en servicios de hostelería. Que sea por muchos años aunque ellos aspiran a dar el salto a la élite del fútbol español. Les deseo lo mejor porque allí nací, allí viví y allí me formé como jugador. Asturias es y será mi casa. Pero también está Lugo y el CD Lugo. Donde vivo, donde me siento bien, donde me hacen sentir bien. Así que disfruto de una doble nacionalidad compatible y de la que me siento muy orgulloso.
Agradezco al fútbol su cátedra, yo siempre intenté serle leal, honrado y noble. Disfruté de una de las mejores escuelas de fútbol como Mareo que finalmente me llevó a Lugo, mi ciudad, mi provincia. Me enseñó los valores necesarios para transitar por la vida, me adiestró en la derrota y me guio en la victoria. Mis dos equipos compiten en el fútbol profesional, algo poco creíble hace algunos años. Es mi deseo que el Lugo siga mucho tiempo años más en La Liga de Fútbol Profesional, que cada vez tiene más músculo. Ojalá este impulso revierta en un próspero porvenir rojiblanco y que desde el propio club redunde en pujante beneficio para la sociedad luguesa a todos los niveles. No hay mejor recompensa empresarial que el éxito provoque una transferencia instantánea en la comunidad más cercana.
Los dos equipos salieron con urgencias. No daba para ser un partido memorable, pero los dos se batían generosamente hasta que llegó la expulsión visitante y el rol que le tocó al Lugo no está aún cimentado, lo que provocó un desajuste de ideas. Perdió finalmente este nuevo Lugo que estuvo más cerca de sumar que de perder. Ojalá el ánimo de la afición siga en aumento porque el premio es muy goloso. Solo hay que ver, queridos amigos, como celebró el triunfo una afición, un equipo, un cuerpo técnico, la victoria para valorar qué tenemos y dónde estamos.