Mario Barco, de héroe a villano

Marta de Dios Crespo
MARTA DE DIOS LUGO / LA VOZ

CDLUGO

ALBERTO LÓPEZ

Segunda El punta de Estella, ex rojiblanco, milita ahora en el Cádiz de Cervera

25 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Nadie se lo puso fácil a Mario Barco (Estella, 1992) en Lugo. El delantero de navarro llegó al Ángel Carro el verano del 2015 con la esperanza de abrir la puerta de Segunda División. Le tocó bregarse un par de años en una categoría inferior con cesiones más o menos comprensibles en Somozas y Pontevedra. Le consideraron preparado en su último año de contrato, cuando el almeriense Francisco se sentaba en el banquillo rojiblanco. El sábado visita Lugo de nuevo y esta vez lo hace como rival.

«Es un partido especial, he sido feliz en Lugo y me haría ilusión poder jugar allí, es una motivación extra y creo que un buen sitio para romper el hielo», dice Barco con una sonrisa. Su último año en Lugo estuvo trabado por los problemas físicos, que condicionaron su presencia en el once. Ahora que escribe una nueva página de su historia en el Cádiz, las lesiones no se resignan a darle un respiro. El delantero de Estella lleva un par de semanas fuera de juego para Álvaro Cervera por una microrrotura fibrilar en el bíceps femoral. «He trabajado mañana y tarde para recuperarme y estoy a disposición del míster si me quiere llevar», detalla el jugador.

No conoce a Javi López, pero sí a buena parte del vesturario del Lugo, porque el bloque ha tenido continuidad este año. Mario Barco advirtió a los suyos de que los rojibancos «van a ser un equipo temible». Cree que el estilo lo marcan más los futbolistas que el entrenador y destaca la amenaza que representan Carlos Pita y Fernando Seoane, «los mejores mediocentros de la categoría, son unos líderes y transmiten buenas sensaciones al resto».

Barco se ganó su sitio en Lugo y el cariño de la afición a base de insistencia y trabajo. Marcó cinco goles en poco más de 1.000 minutos, oxígeno puro para un grupo sin goleador definido que apuraba su rendimiento desde el trabajo defensivo. No ha marcado de momento en Cádiz, pero confía en alcanzar su mejor versión entre los andaluces. «Estoy contento con el trabajo que estoy haciendo porque mi objetivo es superarme a mí mismo, estoy convencido que este es el mejor sitio para triunfar. Cada día estoy más feliz en Cádiz porque jugar en este club es un premio».

No terminan de salirle las cosas a los andaluces, que solo fueron capaces de ganar en la primera jornada. Contra el Sporting de Gijón, en su último compromiso liguero, rascaron un empate a ceros en el Ramón de Carranza. A los de Álvaro Cervera les atosiga la falta de gol, con solo seis dianas en diez partidos, su máximo anotador es un mediocentro (Álex Fernández, 3), seguido por un central (Ivan Kecojevic, 2).

Pasaron dos rondas coperas contra el Tenerife y el Zaragoza a domicilio. La victoria en La Romareda y el empate sin goles contra los asturianos les podría llevar a revertir la dinámica si consiguien algo positivo de su visita a Lugo.

Rendimiento, de más a menos

Mario Barco inició este pasado verano su etapa en el Cádiz, cuando fracasaron las negociaciones sobre su renovación con el Lugo. Ha jugado 354 minutos y en la primera jornada dio la asistencia al gol que decantó la contienda contra el Almería (1-0). Desde ese momento, su protagonismo mermó con las jornadas, jugó otros cuatro partidos como titular, aunque Cervera le buscaba recambio en las segundas partes. Ante el Nàstic (1-1) y antes de caer lesionado, saltó al césped desde el banquillo. Ahora tocará esperar para ver si juega y si recupera a la vera del Miño el rendimiento que le caracterizó toda la temporada pasada.