El punta asegura que el gran éxito del Lugo radica en la dinámica de grupo y la unión entre la gente del club
12 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El riojano Mario Barco se ha hecho con un hueco en el equipo inicial del Lugo a base de trabajo y goles. Llegó al equipo hace tres años procedente del Bilbao Athletic y tras dos temporadas cedido en Somozas y Pontevedra con sus goles se ganó el derecho de ingresar en la primera plantilla en la que este año dio un paso al frente con goles y trabajo. El pasado domingo hizo un partido redondo con dos goles y una gran aportación al equipo. Su sueño es ser el sustituto de Aduritz y en algunos medios de Bilbao ya lo citan como uno de los posibles recambios para el longevo punta.
-¿Qué supuso marcar dos goles?
-Dos tantos más que sumar a mi cuenta, pero lo único trascendente es que el Lugo sumó tres puntos que es lo que todos deseábamos.
-¿Cree que habrá para usted un antes y un después de este partido?
-No, en cada partido extraes consecuencias positivas y negativas y este fue uno más. Lo mejor es que estoy jugando y por lo tanto puedo crecer y mejorar que son mis metas.
-¿Notó un gran salto de la pasada campaña a esta?
-Por supuesto, sobre todo en lo que compete al ritmo de juego. En Segunda A los centrales te van a conceder siempre las ocasiones mínimas y por lo tanto la tarea de un delantero es sacar el máximo partido posible. La única manera de aprovechar esos resquicios es el ritmo, que se adquiere a base de entrenamientos a un nivel muy alto como los que hacemos habitualmente en el Lugo.
-¿Le gusta la ciudad de Lugo?
-Me acostumbré poco a poco, pero ahora puedo decir que para mi estilo de vida es el sitio perfecto. Me encanta la naturaleza y cuando puedo busco escaparme a algún lugar en el campo y disfrutar. Es un lugar tranquilo y perfecto para jugar al fútbol con una gente que cada vez más se va enganchando al equipo.
-¿Esperaba un inicio de liga tan positivo?
-Hay que considerar que es una categoría muy igualada en la que los partidos se resuelven por detalles que son los que marcan las diferencias y a nosotros hasta ahora nos están saliendo bien las cosas.
-¿En el vestuario sueñan con grandes logros o no se atreven?
-Soñar es inevitable y seguro que todos lo hacemos. En mi caso siempre me marco objetivos a corto plazo y ahora solo pienso en el próximo partido en Huesca y el último del año ante el Rayo, no voy más allá.
-¿Qué le parece que el club quiera fichar a un delantero?
-Perfecto, yo soy una persona a la que le motiva la competencia y cualquiera que venga será bienvenido. Me encantan los retos y los acepto encantado.
-¿Le resultó fácil adaptarse al equipo?
-Desde el primer día me sentí encantado con un grupo que no solo destaca por su gran valor en el ámbito deportivo, sino que es una gente muy cercana y que propicia el buen ambiente. Cuando hablo de grupo lo hago de 35 personas, no solo de la plantilla y el cuerpo técnico, somos un grupo muy grande y unido en el que todos suman.
-¿Qué le parece la filosofía de defender todos que les inculcó Francisco?
-Genial, desde el primer día todo el cuerpo técnico nos insistió en que teníamos que ser valientes y no achicarnos con nadie. Aquí hay que presionar siempre y el que después de 45 minutos no puede más pide el cambio. Esa es la idea que todos asumimos y cumplimos.
-¿Cómo valora la plantilla?
-La verdad es que resulta impresionante ver cada semana la gente con una calidad tremenda que no llega ni a jugar. En el caso de los que jugamos arriba te da una tranquilidad enorme saber que si estás en tu sitio tus compañeros te van a permitir gozar de oportunidades. Por otro lado, la intensidad que todos ponen es contagiosa. La realidad es que para quien no los conozca puede parece que no son tan buenos como lo que realmente son y por eso considero que no los están valorando como se merecen, pero con cada victoria de mérito que logra el equipo crecemos cada vez más.