Diez momentos de Manu en Lugo

Marta de Dios Crespo
Marta de Dios LUGO / LA VOZ

CDLUGO

OSCAR CELA

El lateral zurdo repasa la década vivida entre los rojiblancos en la semana de su vuelta al Ángel Carro como rival en la Cultural Leonesa

09 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Manu Rodríguez Morgade (Wetzikon, 1984) es historia viva del Lugo. El lateral zurdo ha sido testigo de primera línea del cambio brutal que experimentaron los rojiblancos en la última década de su historia. Ahora que vuelve al Ángel Carro defendiendo los colores de la Cultural Leonesa, todos esos recuerdos afloran con más facilidad en el eterno capitán

2007-2008

Un crío que se fijó en Aira como modelo profesional. «Era la primera vez que salía de casa y venía de un año en el que tuvimos muchos problemas económicos», dice Manu desempolvando la memoria de aquella primera temporada con el Lugo. Carlos Mouriz lo trajo de Ourense para defender al equipo rojiblanco en Segunda B. «Tenía 23 años y era un crío que entraba en un vestuario con mucho currículo». Entre futbolistas como El Chino o Rubén Durán, él se fijó en José Manuel Aira: «Me quedó marcado como capitán y como compañero, un tío muy profesional».

2008-2009

Fonsi inició su reconversión de extremo a lateral. «Fonsi me empezó a reconvertir en carrilero», recuerda Manu de su segundo año a orillas del Miño. «Fue un año muy bueno en lo personal porque jugué casi todo y me sirvió para seguir progresando». No le costó pasar de extremo a lateral porque «jugábamos con defensa de cinco» y «atrás siempre tenías a alguien». Admite que «fue un proceso complejo, pero ese año me salía todo bien y tenía confianza». Estaba mucho más «integrado».

2009-2010

El ‘castigo’ de Setién que le dejó 20 partidos en la grada. Manu desprende cariño cuando habla de Quique Setién, pero recuerda que el año de la llegada del técnico lo pasó mal. «Empezaba como lateral, jugué dos partidos y de ahí hasta enero no me volvió a convocar. Me costó muchísimo adquirir su filosofía de juego, quería que los laterales subieran y que tuviéramos muchísimo el balón». El titular fue entonces Dani Cancela. «Ahora cuando veo a Quique siempre me dice: ‘Qué bien te vino estar en la grada hasta febrero’», recuerda el ex capitán con una sonrisa y admite: «Y tenía razón».

2010-2011

Se empezó a hablar del Lugo de toque y el fútbol de salón. Superado su bache con Setién y con la confianza del técnico en el bolsillo, recuerda: «Ese año jugamos el playoff con el Murcia», «se veía que el equipo y el club estaban creciendo. Se hablaba mucho del Lugo y de la manera en la que jugábamos». Cree que la llegada de Quique Setién fue determinante para la llegada del juego de toque que marcaría el estilo de las temporadas posteriores. Reconoce que «soñábamos con ascender, pero sabiendo que no era fácil porque había muchos equipos por el medio».

2011-2012

El penalti que abrió la puerta de los sueños. Ha hablado mil veces de ese penalti en el Ramón de Carranza que tiró él y que metió al Lugo de cabeza en el fútbol profesional. «Es con lo que te quedas. Hicimos una campaña muy buena, quizás era el año que menos pensábamos ascender, pero se dio. Fue un año increíble, para mí y para todos los compañeros».

2012-2013

Un salto brutal a un fútbol profesional desconocido. Manu no tiene ninguna duda: «Para cualquier futbolista, el cambio más difícil es de Segunda B a Segunda A». Recuerda que «el míster nos lo repitió incansable ese año: ‘O nos adaptamos rápido, o lo vamos a pasar mal’» y en su opinión, «la ilusión hizo mucho». También en el plano social cambió mucha la historia, aunque cree que la gente se enganchó en los últimos años en los que el Lugo disputó fase de ascenso «todos parecían muy identificados con la manera de jugar y los resultados salían».

2013-2014

Un rendimiento descomunal en el plano individual. Solo se perdió un partido aquel curso. «Fueron dos años extraordinarios porque lo jugué absolutamente todo y tenía muchísima confianza». Físicamente «lo llevaba bien, es verdad que hay momentos que lo pasas un poco peor, pero para mí era un sueño jugar en Segunda. Cuando empiezas de crío llegar a Segunda es un reto importante. Aquí llegaba mi momento y quise aprovecharlo. Todos los días iba con muchísimas ganas de hacerlo bien», «tener suerte con las lesiones ayuda mucho».

2014-2015

La permanencia a pesar de la zozobra institucional. «Fue el año más complicado de todos», sentencia Manu. El último de Bouso en la presidencia fue un año turbulento que a punto estuvo de dinamitar lo deportivo: «Al final nos salvamos, pero fue difícil y vivimos muchos altibajos. La gente ya estaba más pendiente del futuro del club y de lo que podía pasar. Fue el año que más sufrí, también porque era el capitán y no sabía lo que iba a pasar. Influyó en el grupo y a nivel personal».

2015-2016

Un año irregular con opciones hasta el final. «Las cosas empezaron bien, hasta Navidad», recuerda Manu de aquel año de Tino Saqués en la presidencia y Luis Milla en el banquillo. Hasta que «en febrero Milla se va, entra Durán y cogimos una racha muy buena, pero al final nos pesó un poco todo y nos dejamos ir». «El equipo estaba ahí para engancharse, pero contra Alcorcón se nos fueron las aspiraciones un poco», dice el zaguero recordando un período final de altibajos en el que firmaron un mes de marzo impecable.

2016-2017

Su año más triste tras un palo individual. El año de su despedida «empezamos muy bien», pero «a partir de Navidad, a nivel individual, las cosas cambiaron muchísimo para mí. Paso a no jugar absolutamente nada y encima era el año que acaba contrato. Fueron seis meses muy duros y muy tristes y me quedé con un sabor amargo, pero tampoco me voy a olvidar de todo lo que he vivido en este club».

«Echo de menos todo de ahí, es mi segunda casa»

Manu no puede elegir una cosa que eche más de menos de Lugo. «Es todo, al final echas de menos la vida diaria y a la gente que conoces ahí. Hice muchísimos amigos y el niño también. Se está haciendo duro, pero aunque es complicado después de diez años arrancar en otro sitio, esto es fútbol», dice resignado. Le gustaría venir más, pero su trabajo en la Cultu no se lo permite, «fui el día del Tenerife. Nosotros jugamos viernes y nos dieron dos días. Mira cómo es la cosa que en vez de ir a casa, nos fuimos a nuestra segunda casa».

Francisco: «Si Ignasi se va es porque los compañeros le hacen crecer»

Francisco se mostraba ayer «contento» en sala de prensa por Ignasi Miquel tras la salida del central al Málaga, pero no pierde de vista que «si se va es porque los compañeros le hacen crecer. Si hubiéramos tenido ahora 15 puntos, pues Ignasi seguramente estaría aquí ahora mismo. Eso también habla bien del grupo». Evita los paralelismos con Pedraza porque señala que se trata de un «caso distinto. Al final, Pedraza hizo siete goles, pero es que también había dado seis asistencias. Es que había ganado partidos solo y quizás sí pudo hacer un poco más de daño. A nosotros Ignasi nos ha dado muchísimo, le estamos muy agradecidos, pero nosotros defendemos con los 11».

Alternativas para el eje

Centrado en La Cultural (mañana, 16.00 horas), habla del orden como antídoto: «Es un equipo que ha hecho primeras partes buenísimas y luego quizás en las segundas no ha estado tan equilibrado. Pero viceversa también. Ha hecho segunda partes muy buenas, pero en las primeras no han estado tan acertados. Un equipo que te puede hacer mucho daño si se encuentra a gusto. Nosotros no podemos relajarnos, nos pasó el otro día en Sevilla». Contará con siete bajas para hacer frente a los de Rubén de la Barrera, las conocidas hasta ahora y la ausencia de Bernardo, que se queda fuera por sanción. Estudia diferentes opciones para la zaga, que incluyen a Carlos Pita y Pedro López.

Iriome es uno de los jugadores renovados por la secretaría técnica

Iriome González (Icod de los Vinos, 1987) es uno de los futbolistas del Lugo que prolongará su contrato con los rojiblancos. El extremo canario firmó hasta el verano del 2018 hace dos años y lleva entre los gallegos desde el 2014. Este curso, mientras las lesiones le respetaron, se erigió pichichi con tres goles. Otro de los renovados podría ser el lateral Serge Leuko.