El Lugo buscará hacerle daño al Mirandés con el juego por las bandas
07 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.En un escenario diferente al habitual, Mirandés y Lugo se reencontrarán pasado mañana. Ambos conjuntos aspiran a convertirse en la revelación del campeonato en Segunda División y han iniciado el curso con fuerza. Pueden presumir de ser los dos únicos equipos de la categoría de plata que aún no conocen la derrota. Son sólidos y competitivos con armas diferentes.
El Mirandés presenta una tarjeta de tres victorias y cinco empates. Únicamente el Oviedo fue capaz de mantener la portería a cero ante los de Carlos Terrazas. Si bien, los asturianos han sido los únicos que no pudieron marcarle a los burgaleses.
El Mirandés ha sufrido de manera especial cuando los rivales han tratado de percutir por las bandas. «Los cambios de orientación les hacen daño», reconoce Igor Martínez, que vistió la camiseta de los burgaleses durante dos temporadas. No en vano, ocho de los goles que han encajado nacieron en los flancos.
Los de Carlos Terrazas llegan al encuentro frente al Lugo después de empatar a dos tantos en el campo del UCAM Murcia. Desde la primera jornada, en la que habían encajado un tanto de penalti, solo había recibido goles nacidos en las bandas. Pero los pimentoneros firmaron el segundo de la tarde en una acción elaborada.
Fortaleza defensiva
El Lugo pondrá a prueba en Anduva su capacidad para generar oportunidades. No en vano, al igual que el Mirandés, los de Luis César han sido capaces de marcar en siete de sus ocho compromisos. Únicamente el Almería fue capaz de mantener la portería a cero frente a los gallegos.
Ahora, los rojiblancos se mantienen en la segunda posición, al acecho del Levante. Lo logran después de haber elevado las prestaciones defensivas en partidos recientes. Los de Luis César únicamente han encajado un gol en los cinco últimos partidos. Fue el recibido el pasado sábado ante el Mallorca, en una acción en la que la zaga careció de contundencia.
Con esos ingredientes, el Lugo se presentará en Anduva con el objetivo de cambiar la historia que dice que no es capaz de vencer en el campo del Mirandés. Y es que nunca ha sumado los tres puntos a lo largo de todas sus apariciones en el terreno de los burgaleses.
«Hay que estirar la racha», afirma Igor Martínez
Igor Martínez ha vestido la camiseta del Mirandés y el Lugo. Por lo tanto, el choque de pasado mañana en Anduva tendrá un toque especial para él. Con los burgaleses, cuajó la que, posiblemente, ha sido su mejor temporada en la categoría de plata. «Quizás fue el año que más confianza tuve y el que más partidos jugué», explica. No obstante, prefirió empezar un nuevo ciclo después de aquella campaña. «Tuve una oferta de renovación, pero vine aquí», agrega.
Ahora, las cosas marchan bien para él tanto en lo individual como en lo colectivo. «Estoy muy contento. Se respira una muy buena armonía en el vestuario. Hay que intentar estirar la racha», asegura el futbolista vitoriano.
La tarea se presenta difícil a corto plazo. El Mirandés es otro rival «en buena dinámica», según reconoce el jugador. «La gente aprieta mucho en su campo y les motiva. Pero nosotros estamos muy bien. Llevamos ocho jornadas sin perder y creo que podemos sacar un buen resultado», señala.
Estilos diferentes
El Mirandés conserva a Carlos Terrazas como entrenador. Fue el técnico con el que Igor Martínez destacó en Segunda. El futbolista rojiblanco indica que «nuestros estilos son diferentes, pero todos valen. Ellos también están muy bien». «Terrazas trabaja mucho en el plano táctico y le gusta ser vertical. Nosotros intentaremos llevar la manija. De momento, estamos creando ocasiones en todos los partidos. Trataremos de dejar la portería a cero y a partir de ahí...», apunta.
Pese a que en los círculos de Segunda División se habla del Lugo y el Mirandés como dos modestos que se le han subido a las barbas a los favoritos, Igor Martínez recuerda que, en el caso de los burgaleses, «Terrazas se marca todos los años el objetivo de subir a Primera. Nosotros queremos primero los cincuenta puntos y, después, bienvenido sea todo lo que venga después».
El jugador vasco tiene clara cuál es la receta para abrir una brecha en la defensa del Mirandés: «Los cambios de orientación les hacen daño, porque siempre tienen el equipo muy basculado».