En una competición tan exigente como la Liga Adelante, ningún equipo sobrevive a sus carencias, si no es capaz de imponer sus virtudes. Por eso, el Lugo lleva cinco jornadas de ayuno victorioso y de nuevo sale derrotado de otro campo emblemático y ante un rival redimido en sus propios problemas, donde el Mallorca suscribió ayer su cuarto triunfo consecutivo como demostración incuestionable de su remontada. La derrota del Iberostar tuvo sus consecuencias en diez minutos fatídicos para los lucenses y de inspiración mallorquina. Fue al comienzo del segundo período, cuando un efecto dominó se apoderó de la defensa lucense a modo de ataque de pánico. Desde De Coz, pasando por Pavón, David López y Borja Gómez se encargaron de alfombrarle el camino del gol a Scepovic de forma incomprensible, con una candidez y despiste impropios de jugadores de esta categoría. Claro, el serbio sumó a esa alfombra roja sus indiscutibles virtudes rematadoras para firmar un doblete consecutivo y poner rumbo al cuarto triunfo consecutivo del Mallorca. Hasta entonces, todo el primer período fue un muestrario de orden, presión y concentración del equipo de Setién, que repitió el guion defensivo viajero con dignidad, hurtándole al cuadro de Karpin las ocasiones y el dominio. Eso, sí, tampoco el Lugo molestó a Cabrero, porque nunca tuvo llegada al fallarle los últimos pases para crear ocasiones. Setién le dio una oportunidad a De Coz y Samu, con Iago en banda. Ninguno de los tres mejoró a sus antecesores, e incluso el Lugo apenas llegó por banda al no subir sus laterales. Sí, en cambio, mejoró con la salida de Pelayo, un mediocentro con capacidad de llegada y criterio excelso para jugar todos los balones y manejarlos con una autoridad envidiable. Suyo fue un testarazo a saque de una falta, que casi sorprende a Cabrero. Con el gol de Luis Fernández, el Lugo volvió a meterse en el partido, pero ni Ferreiro, ni Álvaro Peña ni el propio David López tuvieron galones para la remontada. Sí los tuvo Marco Asensio, para marcar las diferencias del partido y del resultado.