Ballesta vuelve a su casa

Pedro José Barreiros Pereira
p. barreiros A CORUÑA / LA VOZ

CDLUGO

Se reincorpora al Deportivo para la captación de jugadores de base

08 sep 2014 . Actualizado a las 17:45 h.

El Deportivo confirmó ayer que Carlos Ballesta se incorpora al organigrama de las categorías inferiores. El que fue bravo defensa central con la camiseta blanquiazul y posteriormente ayudante de Arsenio en el Superdépor se suma al departamento de captación de jugadores, donde trabajará bajo la dirección de José Luis Devesa. En realidad, ya lleva varias semanas con reuniones y a pie de campo en las instalaciones de Abegondo mientras conoce los diferentes equipos de base del club.

Ballesta regresa a la que fue su casa durante treinta años. Nacido en A Coruña en 1955, entró con solo 15, como un ilusionado proyecto de futbolista y dejó el Deportivo en el 2000, pocas semanas antes del título de Liga, cuando colaboraba con el equipo que entrenaba Javier Irureta. Por entonces el exfutbolista hacía el análisis de los rivales a los que el equipo a la postre campeón se enfrentaba. En unas declaraciones a Radio Voz en el 2010 se refería a sus sentimientos y los de muchos exfutbolistas del Dépor por el club: «Lo sentimos como algo de nuestra familia. Algunos nos criamos ahí, nos hicimos adolescentes, nos hicimos hombres, nos hicimos veteranos, lo llevamos dentro, morimos y matamos, con perdón, por este Deportivo de La Coruña».

La Copa del 95

Pero la imagen más conocida de Ballesta se tomó en el banquillo de Riazor, donde ejerció como mano derecha de Arsenio entre el 87 y el 95, cuando se acuñó el nombre del Superdépor. Durante esta etapa el equipo coruñés se salvó de bajar a Segunda B, ascendió a la máxima categoría, se quedó a un penalti de cantar el alirón y conquistó el primer título de su historia, la Copa contra el Valencia.

Con la conquista de este trofeo y la marcha de Arsenio el exfutbolista dirigió durante cuatro temporadas al Fabril, que se quedó hasta en dos ocasiones con la miel en los labios de ascender a Segunda División. Especialmente recordada fue aquella en la que la generación de los Viqueira, Aira, Padín, David y Deus, entre otros, cayeron frente al Córdoba con 25.000 espectadores Riazor.

Además del Deportivo, Ballesta entrenó al Compostela, al que llegó de urgencia en Segunda División y levantó con un esprint final de seis victorias y cuatro empates. También preparó al Calahorra y al Lugo en Segunda B. Con el equipo del Ángel Carro disputó una nueva fase de ascenso, en la que cayó eliminado a manos del Valladolid B. En los últimos años se había trasladado a vivir a Madrid por cuestiones personales y, aunque seguía todo el fútbol que podía, no estaba vinculado a ningún club.