Rutas para conocer el Lugo Romano

maría p. taboada / m.c. LUGO / LA VOZ

CDLUGO

MARIA PEREZ

El Concello organiza visitas guiadas por la ciudad, muchas de ellas gratuitas

27 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Han pasado ya más de dos mil años desde que los romanos fundaron la ciudad lucense bajo el nombre de Lucus Augusti. Aprovechando sus condiciones topográficas y la existencia de ricos manantiales de aguas termales, Lugo se consagró como la ciudad más antigua de Galicia. La Ruta Romana Lucus Augusti, subvencionada por el Concello de Lugo, permite conocer la historia romana en una visita que dura aproximadamente dos horas y cuarto. Las excursiones, muchas de ellas de carácter gratuito, tienen su punto de partida en la oficina de turismo, en la Praza do Campo. El pasado viernes comenzó la primera ruta romana, que recorrió diversos puntos de la ciudad.

Recorrido de la ruta

El miliario que está situado en la Praza de Armanyá recoge las distintas rutas que salían y entraban de Lugo. Entre ellas, la más importante es la vía 19, que unía las tres capitales de la Galaecia Romana: Astorga, Braga y Lugo. En la Casa de los Mosaicos, en la Rúa Doutor Castro, se encuentra una residencia señorial de finales del siglo III d. C. Además, entre los hallazgos conservados, se pueden observar los vestigios de pinturas originales de la época romana, con las que decoraban sus salas.

Levantado en el ángulo suroeste de la Praza Mayor, se encuentra la estatua de los fundadores. El emperador Augusto, a la izquierda, encarga a Paulo Fabio Máximo, persona de su máxima confianza, la fundación material de la ciudad de Lucus Augusti. En las inmediaciones del Palacio Episcopal y de la Catedral, se encuentra una piscina romana datada del siglo IV d.C. Y, por supuesto, el gran anillo de piedra que rodea el casco antiguo de la ciudad lucense.

La Muralla romana

Con una altura que oscila entre los 8 y los 12 metros y un perímetro superior a los dos kilómetros, la Muralla romana se consagra como un símbolo de identidad lucense. Construida a finales del siglo III d. C, cuenta con diez puertas para acceder al recinto intramuros, de la que destaca la Porta Miñá, por conservarse casi como fue construida, con su aspecto original.

Siendo esto un simple adelanto de todos los rincones de la época romana, quedan mucho por visitar: el centro Arqueológico de San Roque, la Domus del Mitreo, el acueducto romano, las termas y el templo romano, los hornos cerámicos en la Rúa Nova, la sala de exposiciones Porta Miñá, el Museo Provincial y un largo etcétera.

Repaso a la historia