Manu, el indestructible

M. Pichel LUGO / LA VOZ

CDLUGO

El capitán suma 256 partidos de Liga con el Lugo en sus siete campañas

23 jun 2014 . Actualizado a las 17:15 h.

Solo se necesitan cuatro letras para decir Lugo. Ni siquiera tienen por qué ser coincidentes. Más de 60 años contemplan su historia, la de un club hecho a sí mismo. La reciente puede contarse en cinco signos gráficos: Bouso. O en seis: Mouriz, Setién. Pero el campo manda. El césped, el juego. El fútbol es de los futbolistas o no es. Y los colores rojiblancos, esos que los cardiólogos, superhéroes cotidianos, identifican con el músculo vital, sangre y fuerza, en el Lugo tienen un nombre indestructible, incombustible, inseparable. Un brazalete ciñe un bíceps sureño, gallego meridional nacido en el blanco y alpino norte. Ourensano y ya casi tan lucense como la Muralla. Lugo. Manu. Lugo.

Historia viva del club. Aún resuenan en la memoria los cánticos de los aficionados que pedían una calle con su nombre, al regreso de aquella imborrable jornada en Cádiz, en la que transformó el penalti definitivo, que conducía al equipo, dos décadas después, hacia la Segunda División.

Un acontecimiento glorioso, único, en sus siete temporadas, que el curso que viene agrandará hasta ocho. 256 partidos de liga con la camiseta rojiblanca. Indiscutible en los últimos tiempos, tuvo que recorrer un camino no precisamente sencillo para ganarse ese reconocimiento. Él lo sabe bien, también su entrenador, Quique Setién.

Temporada 2007-2008

Tiempo de suplencia

Manu llegaba al Lugo procedente del Ourense, junto a Xaime Noguerol. Era la primera temporada de Fonsi Valverde al frente del equipo rojiblanco, y el técnico vigués contó con él. Interior o extremo izquierdo, y con un papel en principio secundario, la mayor parte del tiempo participó desde la suplencia (23 partidos), pero también tuvo oportunidades en la titularidad, con 11 encuentros de salida.

Temporada 2008-2009

Estreno en el lateral

Segunda campaña de Manu y también de Fonsi. En un determinado momento, el técnico decidió cambiar el esquema a una defensa de cinco, aunque los laterales contaban con una gran presencia ofensiva cuando el equipo tenía el balón. Por la banda izquierda el encargado de sostener el entramado fue Manu. Sus primeros pinitos como zaguero le permitieron ganar peso en el equipo. Se convirtió en titular indiscutible, disputando 35 partidos, solo uno desde el banquillo.

Temporada 2009-2010

Ostracismo y perseverancia

Su tercera temporada trajo cambio de técnico. Fonsi fue sustituido por Quique Setién. Manu no encontraba su sitio, ni en su conocida posición de interior, ni tampoco en la defensa, en la que el nuevo entrenador se decantaba por Cancela. Llegó a estar 18 jornadas sin convocar, viendo a sus compañeros desde la grada. Pero no se rindió y se ciñó al trabajo, a lo que había hecho siempre: ser el primero en llegar y el último en irse, en darlo todo en los entrenamientos. Y terminó por convencer al santanderino, aunque abandonaría ya para siempre el ataque para reconvertirse de forma definitiva al lateral. Jugó 20 partidos, 19 titular.

Temporada 2010-2011

Indiscutible

Desde que se ganó con lucha jugar, Manu ha sido puesto como ejemplo por Quique Setién. El equipo reforzó el lateral izquierdo con Víctor Marco. Pero la fortaleza del ourensano lo convertiría en incombustible, por lo que el valenciano terminó reconvertido, con éxito, en central. En la liga regular Manu solo se perdió un encuentro, por sanción, y en otro fue suplente. Disputó, promoción incluida, 41. Pero no pudo festejar el ascenso, tras los fatídicos cruces con Murcia, primero, y Alcoyano, después.

Temporada 2011-2012

Penalti para la historia

El brazalete de capitán del Lugo ya tenía dueño: Manu. Acabado el año completaría su primer lustro rojiblanco. Y el fútbol le dio la oportunidad del desquite, en forma de un ascenso en el que iba a tener el máximo protagonismo. Solo una sanción le impidió completar la gesta de disputar todos los minutos, perdiéndose la jornada 30. El equipo se clasificó para la fase, fue superando rondas hasta la final, contra el Cádiz. El relato es conocido. Se llegó a los penaltis y el último llevó su rúbrica. 43 partidos.

Temporada 2012-2013

Sin descanso

Manu, ya el lanzador habitual de penas máximas, convirtió de esta forma el que había de ser el primer gol del equipo en el retorno a Segunda. Pero si por algo será recordada esta temporada, aparte de la permanencia, es porque el capitán sumó todos y cada uno de los minutos en las 42 jornadas, como el veterano meta Esteban. Infatigable, ni las molestias físicas hicieron mella en él.

Temporada 2013-2014

83 partidos seguidos

¿Podría renovar la gesta de completar otra vez más todos los partidos? Era la pregunta del comienzo del año. La acumulación de sanciones lo impidió. Su récord se frenó en 83 consecutivos sin parar, entre Segunda B y Segunda A. Incluso diría que agradecía ese descanso. Terminó con 41 jornadas a sus espaldas.