Tardes de fútbol

Carlos Melchor DESDE LA GRADA

CDLUGO

08 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Hay tardes en las que apetece especialmente una ración de fútbol del bueno. Cielo despejado, tiempo primaveral, rival histórico enfrente y muchas ganas de disfrutar de un buen espectáculo. El pasado domingo reunía todos estos ingredientes que contagiaron a la parroquia local, muy activa y bulliciosa, como presintiendo que algo especial iba a ocurrir. Una atmósfera repleta de optimismo y de confianza gracias al magnífico encuentro firmado en Sabadell. Pocos puntos se escaparán de aquí al final de temporada si el Lugo sigue desplegando un juego de tantos quilates, con la mil y una veces repetida por Setién lucidez como principal protagonista. Y es cierto, ni siquiera la visita del temible Mallorca asustaba a sabiendas de las buenas sensaciones transmitidas últimamente. Con 7 puntos de colchón sobre los puestos de descenso y 27 por disputarse, la victoria del domingo fue saboreada con la euforia propia de los que sentían que significaba medio billete para continuar otra temporada más en la élite futbolística nacional. Y además, como mejor sabe, llena de sufrimiento, con remontada incluida y gol postrero que cosía la boca de los aficionados mallorquinistas desplazados en buen número a nuestra ciudad. Un partido roto en el último tramo cuando el brutal desgaste físico comenzaba a dictar sentencia en forma de peligroso ida y vuelta que lo convirtió en una suerte de ruleta rusa con una sola bala en el tambor. Un proyectil en forma de testarazo de Rennella que atravesó la sien bermellona y dejó visto para sentencia el duelo bajo el sol al más puro estilo O.?K. Corral. Pablo Sánchez, Rennella y Peña fueron los protagonistas en esa jugada del gol de la victoria y suelen ser con frecuencia los artistas más destacados, los alumbrados por el foco del protagonismo en más ocasiones. Por eso alegra escuchar, tanto por novedosos como por merecidos, cánticos en favor de Fernando Seoane, pieza insustituible en este equipo, oscuro en su juego pero brillante en rendimiento, desapercibido muchas veces pero al que se echa en falta con desesperación cuando no está en el campo. Un futbolista con mayúsculas. Bien haríamos desde la grada en recompensar más habitualmente al que durante estas dos temporadas está siendo el mejor jugador de la plantilla. Sería un acto de justicia con el omnipresente jugador de Ames.