Con su llegada queda cerrada la plantilla
05 feb 2014 . Actualizado a las 02:43 h.El mercado invernal de fichajes había finalizado el pasado viernes, y ya casi nadie contaba con que el Lugo fuese a reforzar al equipo, que quedaba mermado en defensa después de la salida de Miguel Ángel Tena camino de Cádiz. Sin embargo, con cuatro fichas libres, se mantenía abierta una puerta: la de reclutar a un futbolista que estuviese en el paro. Y así, el director deportivo, Carlos Mouriz, tenía preparada una sorpresa: la contratación del central David Prieto.
Prieto, de 31 años, ya se entrenó ayer con sus nuevos compañeros. Es el segundo refuerzo, con Sergio Rodríguez. Y con él, en principio, se da por cerrada la plantilla. Su contratación ha resultado fulgurante. «Surgió la posibilidad el pasado fin de semana. Y ha sido todo muy rápido», reconocía el jugador.
Un futbolista que ya había interesado al equipo, a tenor de las palabras de Mouriz: «Ya tratamos en algún momento de incorporarlo. Pero no pudo ser. Es una satisfacción tenerlo ahora mismo con nosotros, y le damos la bienvenida». Según el director deportivo, su vinculación con el Lugo será «hasta el final de la temporada, inicialmente».
Prueba en Tailandia
David militó la pasada campaña en el Xerez, un equipo marcado por los problemas económicos desde el comienzo que afectaron de lleno al cobro de los futbolistas. Los jerezanos terminaron descendiendo, y él se quedó sin equipo. En enero, después de haber estado entrenándose por su cuenta, recibió una propuesta de Tailandia, y allí estuvo una semana. «No salió bien, y quise volver», expresaba el propio Prieto.
En el Lugo volverá a tener la oportunidad de militar en una categoría que conoce bien, pues además de la camiseta del Xerez (que también defendió en Primera), ha jugado en la división de plata con el Córdoba, el Tenerife y el filial del Sevilla. Pero también cuenta con una importante experiencia en la máxima categoría, con el propio Xerez, y con el Sevilla, pues en la época de Juande Ramos llegó a ser titular.
Y es que David también es hispalense, como otros tres jugadores del equipo: David de Coz, Sergio Rodríguez y Víctor Díaz. Con este último, coincidió en la escuadra de Nervión. «Conozco bien a Víctor, y también a Pablo Sánchez. Estuve hablando con ellos y las referencias son extraordinarias».
Es el sexto andaluz de la plantilla, junto a los cuatro anteriores y a Lolo Pavón. Un colectivo sureño solo superado en número por el galaico.
Diestro con perfil zurdo
«No me gusta mucho destacarme. Lo mío es tratar de aportar lo máximo al grupo, hacer lo que se me pide», aseguraba David. Sin embargo, sí explicaba cómo son sus habituales evoluciones en el centro de la defensa: «Soy diestro, pero normalmente he jugador por la izquierda».
Su llegada vuelve a aumentar la competencia en un puesto en el que ya están Pavón, Víctor Marco y Jorge, y al que se pueden adaptar Víctor Díaz y Rafa García. «Vengo con mucha ilusión y humildad. Con los pies en la tierra», apuntaba el futbolista, que ya tuvo su primera charla con Setién. «Me preguntó cómo estaba», desveló. Y espera adaptarse sin problemas al estilo que demanda el míster santanderino: «Es muy similar a cómo lo hacíamos en el Córdoba con Paco Jémez, y disfrutamos mucho jugando al fútbol».
No pudo decir lo mismo de su última etapa en el Xerez. La desesperación y el hartazgo de una plantilla machacada por los impagos quedó reflejada en una acción suya, tras ser expulsado en un partido contra el Elche: al irse camino de los vestuarios rompió de una patada el banquillo. Él se refería a ese momento: «Cualquiera que me conoce sabe que soy muy tranquilo, que no pierdo los nervios. No sé, se juntaron varias circunstancias, eran muchos partidos sin jugar...». Lo cierto es que ahora, en Lugo, tendrá la ocasión de volver a demostrar su calidad.