Manu integraba el Lugo que, con Fonsi Valverde, consiguió la única victoria rojiblanca en Valdebebas. Aunque no participó en aquel partido de la jornada 32 en la temporada 2007-2008, que los lucenses ganaron por 1-2 con dos tantos de Rubén Durán. «Estaba sancionado», recuerda el capitán, quien sí ha vivido los últimos tropiezos rojiblancos en la Factoría. Por eso, no se fía de la situación del filial merengue. Por eso, advierte contra el estilo de juego de los de Toril.
«Son rivales que igual no nos van todo lo bien que nosotros querríamos con nuestro estilo», asegura el lateral izquierdo rojiblanco. «Son jugadores muy dinámicos, veloces, y allí es muy difícil ganar», explica Manu. Y eso que el Castilla de esta campaña poco se parece al del año anterior. Un equipo cuyas mayores estrellas, como también apuntaba Setién, han encontrado acomodo no solo en la primera plantilla blanca, caso de los goleadores Jesé o Morata, sino en equipos de Primera, como Tcherishev en el Sevilla o Mosquera en el Getafe.
«Tuvieron una hornada muy buena, y ahora están en un cambio de ciclo, y les cuesta adaptarse», señala el lateral como uno de los principales problemas que puede estar atravesando el actual colista de la competición, que aún no ha sumado ningún punto. Una victoria rojiblanca supondría dejarlos a 16 puntos de distancia. Pese a todo, Manu cree que sería demasiado «pronto para descartarlos». Y resalta la importancia de esa ventaja: «Cualquiera es buena».
Fidelidad a sí mismos
El capitán sigue acumulando minutos, incansable, desde el final de la temporada del ascenso. Un medidor eficaz de su capacidad de trabajo y de la confianza que en él tiene no solo el entrenador, sino sus propios compañeros. Kilómetros en sus piernas y experiencia acumulada para ofrecer su receta de cara al encuentro de mañana. Esta pasa por mantener la fidelidad a los principios fundamentales del setienismo: «Tenemos que hacer nuestro fútbol. Apretarles, porque igual les puede costar».
Ideario que les ha permitido tratar de tú a tú a todos los rivales en este inicio de temporada. Un arranque en el que los lucenses no han sido claramente inferiores a ninguno de sus rivales. Y por ello, Manu reconoce que la competición liguera «está cada vez más igualada».