El Lugo ha pagado muy caros los escasos errores defensivos
05 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Ante el Jaén, el Lugo destapó de golpe todo su poderío realizador. Multiplicó la eficiencia ofensiva, con el resultado de victoria. Sin embargo, su rendimiento defensivo dejó una sombra: errores de entendimiento entre zagueros y portero, y dos goles. En total, cuatro en tres jornadas, que tapan el alto nivel mostrado por los hombres de atrás, que han concedido muy pocas oportunidades. Dos tantos más encajados que el año pasado en el arranque liguero.
Componentes
Caras conocidas. La defensa es la línea que menos cambios ha sufrido en esta temporada. Se fue Belfortti y llegó Jorge, cambio de cromos en el centro. Los demás, los mismos: Pavón, Tena, Víctor Marco como centrales, y Manu, Víctor Díaz y De Coz, laterales. Un síntoma del grado de confianza del entrenador en ellos. Eso garantiza automatismos, conocimiento concienzudo del sistema y las exigencias de Setién (centrales abiertos, laterales convertidos en interiores o extremos, balón jugado por el piso desde el portero, obviar en la medida de los posible los pelotazos y adelantarse hasta el medio del campo cuando la posesión es propia). Pero no exime de cometer algún error.
Seguridad
Un muro contra el Numancia. En el primer partido, contra el Numancia, la defensa rojiblanca, compuesta por los cuatro mismos que han compartido titularidad en las tres primeras jornadas (De Coz, Manu, Pavón y Víctor Marco), no concedió ni una sola ocasión. Los sorianos se toparon con una muralla frente a José Juan, que vivió una tarde plácida y no encajó. Una situación no tan nueva, pues ya el curso pasado el Lugo consiguió un alto grado de seguridad en buena parte de la temporada.
Costumbre
Un fallo, medio gol. Explicado el funcionamiento de la defensa del Lugo, el resumen es: vive en el riesgo. Por eso Quique Setién siempre exige a sus jugadores lucidez y máxima concentración. El propio entrenador es consciente de que el mínimo error genera una ocasión clara. Ante el Jaén, dos fallos en pases entre zagueros y portero terminaron en un gol y casi otro. El otro tanto visitante llegó en una jugada rápida. De tres ocasiones, dos goles. Contra el Barcelona B, los catalanes solo tuvieron dos opciones, muy similares, y las transformaron en sendas dianas. Pero esto no es una novedad, y en el tramo inicial de la pasada temporada, el equipo sufrió un problema similar. Entonces, se achacó al período de adaptación de los jugadores, y del equipo a la categoría. Después, se minimizó, y el Lugo creció en la clasificación.