FÚTBOL / SEGUNDA B
12 mar 2001 . Actualizado a las 06:00 h.Pontevedra y Alcorcón serán las próximas piedras de toque para un resucitado Lugo, que no puede retrasar más su definitiva resurrección. Hace unos días, justo antes del partido ante la Ponferradina, Julio Díaz pensaba que «salvarse sería un milagro», y aunque posiblemente después de la victoria ante la Ponferradina mantenga su postura, más que razonable, por otra parte, teniendo en cuenta los resultados de los rivales directos que luchan por la permanencia, las perspectivas son bien diferentes. Unos días antes del partido ante la Ponferradina, Díaz se sinceraba: «Cuando tardas tanto tiempo en enganchar buenos resultados, estás un poco como un trapecista en la cuerda, pero sin red de protección, y éste no trabaja tan cómodo, porque piensa que si se cae no tiene nada que lo salvaguarde». Y para la primera final de este domingo ante el Pontevedra, Díaz no podrá contar con el portero Alberto Casal, que será baja por un mínimo espacio de tres semanas. El guardameta, que se tuvo que retirar en el minuto 76 en Ponferrada, sufre una luxación del trapecio metacarpiano del dedo pulgar de su mano derecha, según informó el ATS del club, Manolo Mayo. Así pues, en el derbi, Carlos será, si no hay problemas de última hora, el titular. La buena noticia en la enfermería es la recuperación de Pugui, que ayer se incorporó a los entrenamientos, mientras que Míchel descansó por una contusión, que no le impedirá participar ante los granates, al igual que Murado, que ya se encuentra bien, tras la hipotensión que sufrió por el esfuerzo realizado. Siguen sin cobrar La plantilla del Lugo sigue sin cobrar los dos meses que le adeuda el club, mientras los jugadores aguardan una solución. El entrenador lucense ruega a las instituciones que den cuanto antes el dinero concedido por las subvenciones para saldar las deudas: «Hay jugadores que tienen que pedir dinero prestado», señala el técnico, consciente de que el sueldo de algunos no da para demasiadas florituras.