La Fiscalía pide 14 años de prisión para un vimiancés acusado de asestar cinco cuchilladas a su expareja en el cuello

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

VIMIANZO

ANA GARCIA

La sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña acogerá la vista oral los próximos lunes, día 12, y jueves, día 15

09 abr 2021 . Actualizado a las 21:28 h.

La Fiscalía solicita 14 años de prisión para el vimiancés Javier Miñones Trillo, de 43 años de edad, acusado de un delito de «asesinato en grado de tentativa». Se le relaciona con las cinco cuchilladas sufridas por Montserrat López Mosquera, de 50 años, en la sede de la central sindical Unións Agrarias, situada en la rúa Álvaro Cunqueiro de Vimianzo, a primera hora de la mañana del 15 de mayo del 2019.

La sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña será escenario los próximos lunes (día 12) y jueves (día 15) del juicio oral. El acusado, según el Ministerio Público, aprovechó que su exnovia se encontraba sola en la oficina y, con el pretexto de devolverle sus pertenencias, para atacarla. La Fiscalía tiene en cuenta la agravante de discriminación por razones de género y solicita una pena de 14 años de prisión, además de otros 17 años de orden alejamiento de la víctima. De forma paralela, la acusación reclama también para el único encausado una indemnización para su expareja de 100.000 euros por las graves heridas causadas, las secuelas físicas y psíquicas sufridas y los daños morales.

En su escrito, la Fiscalía tiene claro que el acusado insistía en continuar con la relación sentimental —sin convivencia— que había arrancado en febrero de 2017 y había finalizado en febrero de 2019. Es decir, la mujer había dado carpetazo a la relación tres meses antes de sufrir la brutal agresión.

Sobre las 9.10 horas del 15 de mayo del 2019, según la Fiscalía, Javier Miñones Trillo, que por aquel entonces tenía 41 años, y «con intención de atentar contra la vida» de su expareja, «entró en oficina» en la que trabajaba Montserrat López Mosquera, que por aquel entonces tenía 48 años. «El acusado llevaba en su poder un cuchillo de cocina de 8,5 centímetros de hoja oculto entre sus ropas». De forma paralela, decidió actuar a primera hora de la mañana al tener constancia de que en ese momento las oficinas de Unións Agrarias «se hallarían con toda probabilidad sin afluencia de gente», y «sabiendo que con ello a la víctima le sería más difícil pedir ayuda de terceros, al ser además la única empleada presente». El acusado igualmente portó una maleta, propiedad de la mujer, que él mismo se había comprometido a devolver el día anterior, evitando así con ello que Montserrat pudiera «desconfiar de la presencia del acusado en las oficinas, sorprendiéndola así con la acción que pretendía realizar».

Una vez dentro localizó a Montserrat, «momento en que, de forma sorpresiva, la empujó con la maleta que portaba para, acto seguido, agarrarla por el cuello y el cabello, consiguiendo así arrojarla al suelo y colocarse a horcajadas encima de ella. Sin solución de continuidad, comenzó a lanzar diversas cuchilladas al cuello, alcanzándola en la zona cervical, concretamente en la zona de la vena yugular interna y externa izquierda, logrando en alguna ocasión la víctima parar alguna de las cuchilladas con sus manos», según indica en su escrito la Fiscalía.

El acusado huyó del lugar al ser sorprendido por una mujer que pretendía acceder a las oficinas del sindicato Unións Agrarias. El acusado fue localizado a última hora de la tarde de aquel 15 de mayo del 2019, es decir 11 horas después de la brutal agresión, en el interior de una furgoneta en una carretera de acceso a la playa de Os Muíños, en el término municipal de Muxía. Fue hallado por la Guardia Civil y la Policía Local ensangrentado y todo apunta a que había intentado suicidarse cortándose las venas, aunque pudo haberse arrepentido en el último momento ya que él mismo accionó el claxon de la furgoneta Fiat Dobló para alertar a un particular de su presencia, quien a su vez dio aviso a emergencias de su localización. El día 21 de mayo la jueza que instruyó la causa decretó el ingreso en prisión para Javier Miñones Trillo, donde permanece desde entonces, investigado por estos hechos.