El 40 % del Parador de Muxía está ya construido

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

VIMIANZO

FÉLIX PORTO

Medio centenar de trabajadores le imprimen, ahora sí, un verdadero ritmo a la obra

06 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Se ganó el apodo del Parador parado y no era para menos porque la promesa de su construcción viene del desastre del Prestige y ha estado sometido a todo tipo de avatares, desde cambios de proyecto hasta de Gobierno, pero ahora sí parece que tanto Turespaña como la empresa pública Tragsa van en serio y el establecimiento turístico llamado a convertirse en el emblema del sector en la Costa da Morte coge verdadera forma. De hecho, al menos a nivel visual, el avance, con las cubiertas y las ventanas sobre todo, se aprecia más en el trabajo de los últimos meses que en varios años anteriores.

Actualmente trabajan en las obras de manera más o menos continuada unos 50 operarios, que ejecutan tareas muy diversas, desde tabiquería interior hasta instalaciones de climatización, electricidad, agua o carpintería. Han logrado tras la última reanudación que el nivel de ejecución del conjunto de la obra se sitúe en estos momentos en el 40 %, que no deja de ser una cifra baja si se atiende a los años que lleva iniciada, pero hay que tener en cuenta que toda la parte estructural, que es la más compleja, está prácticamente terminada.

La diferencia más notable entre el aspecto actual y el de febrero pasado cuando se retomaron los trabajos estriba en que ahora las instalaciones tienen forma. Se reconocen ya las diferentes estancias y servicios, divididos en gran medida, y se puede apreciar el principal activo del futuro Parador, que son las vistas que ofrece de todo el entorno desde cualquiera de las habitaciones dispuestas en diferentes niveles, lo que permite que cada una tenga su propia terraza.

El compromiso trasladado al Concello por los responsables del proyecto, que depende del Gobierno central, es que la construcción ya no se detenga más hasta su finalización. De ahí que, aunque no hay una fecha fijada oficialmente, siga en vigor la promesa de que pueda estar acabada a finales del año que viene. Por lo de pronto, dado que las ventanas están colocadas en una parte importante, la previsión es la de seguir trabajando durante todo el inverno, algo que en las fases anteriores no se hacía debido a las condiciones climatológicas especialmente duras, sobre todo en cuanto al viento que sopla en esa zona de la ensenada de Lourido. Así, con todo, la obra, que una vez concluida será el edifico público más grande levantado nunca en la Costa da Morte, multiplicando la superficie construida del Hospital Virxe da Xunqueira de Cee, cada vez está más cerca de hacerse realidad.

«Será un verdadeiro espectáculo no verán, pero tamén no inverno», dice el alcalde, que lo visitó

 

 

El alcalde de Muxía, Félix Porto, tenía especial interés por comprobar in situ el avance de las obras, con lo que le pidió a la coordinadora de Tragsa para Galicia, Elena Iglesias, que le incluyese en la próxima visita técnica que realizasen. De ahí que esta semana haya tenido ocasión de ver el Parador por dentro y sus impresiones son más que positivas. «Ata agora vía futuribles, pero agora teño unha composición de lugar clara. As habitación están divididas, vés onde vai a cama, o balcón, a terraza,... e vai ser un verdadeiro espectáculo, no verán, pero tamén no inverno. Xa sabiamos que as vistas de toda a península de Muxía eran de auténtico luxo, pero o que máis chama á atención é o punto de vista concreto que tés dende as habitacións. Nótase o ben pensado que está todo, como entra a luz natural, a amplitude dos cuartos...» resume Porto entusiasmado porque dice que volvió con «unha sensación máis positiva que nunca».

Entre los avances que le mostraron al regidor, aparte de cuestiones técnicas que no se perciben en la obra final, como las canalizaciones de los distintos servicios, destacan la piscina, el spa, la recepción o la zona de tratamientos, la cafetería de los desayunos -«un espectáculo»- o las cocinas, que ya se aprecian perfectamente divididas en la obra y llaman la atención, sobre todo, por sus dimensiones y los espacios diáfanos que crean.

Queda verlo acabado y las reacciones de los clientes que se alojen en él, pero el alcalde de Muxía se atreve a aventurar que «a xente vai alucinar» cuando tenga ocasión de visitarlo y disfrutar de sus lujosas instalaciones.