Las goteras asedian un puñado de edificios públicos de la comarca

C. V. / J. V. L. CARBALLO, CEE / LA VOZ

FISTERRA

Ana Garcia

En la lonja turística de Fisterra hay cubos en puntos estratégicos para recoger el agua

08 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Varios cubos recogen en la planta alta de la lonja de Fisterra el agua que se filtra desde el tejado. Están colocados en la zona reservada a los turistas, que no tendrían que enterarse de la situación del edificio si no fuera porque junio no está resultando el mes primaveral que se esperaba. Los barreños no son, sin embargo, el mayor de los problemas de la cofradía de Fisterra. En la zona de venta, junto a uno de los portalones de acceso llueve como en el exterior.

La lonja no es la única construcción pública asediada por las humedades, pero sí resulta curioso porque se trata de un edificio premiado por su diseño y es el buque insignia de las rulas turísticas, una variante promovida por la Xunta de Galicia hace unos diez años, casi los mismos que tiene la construcción.

Pero lo peor del caso no es que los cubos o el agua molesten a los turistas, sino que Sanidad tenga enfilada la lonja desde que comenzaron las filtraciones de agua, puesto que la rula es un mercado de pescado y, por lo tanto, de alimentos para consumo humano.

La humedad levanta el pavimento del suelo de la zona de venta de pescado y en paredes y puertas se están viendo colonizadas por el moho. Sanidad exige a la cofradía que realice las mejoras que garanticen la salubridad en la rula y el pósito, a su vez, traslada la demanda a Portos de Galicia, a la que la agrupación de pescadores y mariscadores paga cada seis meses miles de euros en concepto de alquiler.

Un mal diseño, un deficiente mantenimiento y una inadecuada ejecución de la obra, lo que incluye la calidad de los materiales, son las tres patas sobre las que se asientan las goteras.

El problema lo mismo se da en edificios nuevos sin estrenar, como es el caso de la casa de cultura de Baíñas, que en construcciones con muchos años a sus espaldas.

Es lo que ha ocurrido en los juzgados de Corcubión, donde el agua ha entrado a raudales, incomodando a trabajadores y usuarios y puesto en riesgo expedientes. Mucho más moderno era el centro de salud de Laxe, en que hubo que invertir mucho dinero para eliminar unas humedades que dejaron varias dependencias inutilizadas, una situación que se ha repetido en centros educativos e incluso en cementerios, como el de Laxe, que tendrá que se reparado para evitar las filtraciones de agua detectadas.

Parqué

Pocos edificios públicos han conseguido escaparse de las goteras. También en la última planta del Pazo da Cultura de Carballo es posible ver cuando llueve intensamente cubos para evitar que el agua dañe el parqué. Algo parecido ocurrió en el pabellón de la Vila de Noia, pero también en la casa consistorial, que se reformó hace ya años a causa de lo mal que estaba.

Un caso parecido al de la lonja de Fisterra es el centro de salud de A Silva, otro diseño premiado que ahora se encuentra en unas condiciones deplorables a causa de la falta de mantenimiento adecuado, pero también por los materiales empleados.

Buena parte de la lonja de Fisterra está realizada en metal y cristal. Los portalones dan problemas porque tienen una holgura excesiva, por la que también han abierto expediente los funcionarios de Sanidad. Lo cierto es que no encaja en el marco y cerrada es posible meter más de una mano.

La cofradía de Fisterra acometerá una serie de mejoras como el pintado del suelo para mantener limpia la instalación.

Otros 30.000 euros para la Casa da Cultura de Baíñas

El gobierno local de Vimianzo acordó destinar al menos otros 30.000 euros a adecentar la Casa da Cultura de Baíñas, que no tiene todavía 8 años de antigüedad. La situación del edificio es deplorable, a pesar de que prácticamente está sin inaugurar. Actualmente, solo se imparten en este centro algunas actividades como clases de aerobic o gimnasia para mayores.

El edificio tendrá una nueva fachada de tipo ventilado para evitar los gravísimos problemas de humedad que tiene y que llenan la construcción de humedad. Las paredes exteriores, que son de ladrillo, están completamente agrietadas, lo que facilita la entrada del agua.

Los problemas con la Casa da Cultura de Baíñas datan ya desde su concepción y se han mantenido hasta hoy en día. El gobierno local y el constructor se han enzarzado en varios pleitos y ya ha sido necesario realizar reformas para corregir defectos del proyecto y de la ejecución, porque el sótano era una auténtica piscina. La resolución de los problemas parece que aún se dilatará meses.