Las entidades preparan los ríos para el otoño y sacan cientos de kilos de basura
CARBALLO
En la limpieza de ayer en el Anllóns, cinco voluntarios extrajeron hasta 300 kilos de desperdicios
25 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.En años anteriores habían actuado también en el puente de A Cepeira, pero aguas abajo por la facilidad del acceso. «Non queremos poñer en risco aos voluntarios, polo que ao río só baixo eu». María Canedo es la responsable de la limpieza que ayer realizó con otras cuatro personas en el cauce del río Anllóns.
Hace unos días, sabiendo que ayer había una actividad simultánea de Adega en varios puntos de Galicia, examinó otro tramo y vio que era viable, por lo que trabajaron en dirección al nacimiento del cauce. Solo se juntaron cinco personas, pero de un tramo de 500 metros se llevaron 300 kilos de desperdicios. Entre hoy y mañana, trabajadores de limpieza de Aspaber trasladarán los residuos sacados de las orillas y del lecho del Anllóns hasta el punto limpio, donde realizarán una selección. Les llevará tiempo porque encontraron de todo, desde neumáticos, hasta sillas e incluso una cartera con documentación, pero, sobre todo, mucho plástico y una cantidad ingente de ropa. Parte de este material podrá ir para reciclar, pero la mayoría tendrá como destino la valorización energética.
La de ayer fue la primera limpieza de la temporada, pero habrá más. La entidad Río Mar ha programado al menos cinco jornadas y la primera será el 8 de octubre. David Gómez Brandariz reconoció que el problema de ese cauce no es, ni mucho menos el que afecta al Anllóns. En el coto encuentran algo de basura, pero lo más abundante son restos de maleza y troncos de árboles muertos. Con las avenidas previsibles del otoño y el invierno, estos elementos pueden ser un peligro y provocar inundaciones cuando taponan los ojos de los puentes.
La situación de los principales cauces de la zona no es demasiado buena. Las lluvias de los últimos días apenas han tenido efecto en los caudales, que son muy bajos. David Gómez, de la entidad soneirana, explicó que la temperatura del agua es demasiado elevada y que hay poco oxígeno, lo que complica la vida de las truchas. La razón principal es el bajo nivel del agua, pero también la abundante vegetación, por lo que son imprescindibles unas buenas precipitaciones para que haya una limpieza natural.
En el Anllóns, esta falta de agua facilitó bastante las cosas a las cinco personas que se ocuparon de quitar basura. José Tato, de Aspaber, explicó que debido a esta situación pudieron llegar a recoger residuos a los que en otras condiciones no tendrían acceso.
Trabajaron en la zona de silvas también y allí lo que encontraron mayoritariamente fue escombro y también muchas latas, probablemente arrojadas desde las ventanillas de los coches. En el lecho lo que más había era plástico, neumáticos y ropa.
En principio, en el Anllóns no están previstas más actividades de este tipo, sobre todo porque de cara al invierno será más difícil entrar en el cauce, pero en el Grande do Porto si trabajarán al menos hasta enero. A partir de ahora habrá entre una y dos jornadas al mes de labores para mantener el cauce despejado.
«Cando ves toda esta cantidade de residuos daste conta de que hai que concienciar»
José Tato es el responsable del servicio de limpieza del Aspaber y acudió ayer al río en representación de la plantilla. «A metade traballaron onte pola festa e a feira e o resto, descansaron. É normal que estes non viñeran porque ese xa é o noso traballo, pero o resto da xente tiña que estar aquí. Cando ves toda esta cantidade de residuos daste conta de que hai que concienciar», explica.
Cree que sería muy importante que toda la sociedad se diera cuenta del daño que se causa a los ríos y señala que es especialmente importante que los niños aprendan, por lo que recomienda que se les den estas nociones en la escuela.
Destacó que es muy triste que solo cinco personas participasen en la limpieza del Anllóns, que formaba parte de un programa de la asociación Adega.