Ecovoz | Patricia Herrero, directora técnica de Ecolum: «Las farolas pueden tener una segunda vida al fragmentarlas o fundirlas»

María Meizoso CARBALLO / LA VOZ

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En 2022, la fundación gestionó más de 300 toneladas de aparatos de alumbrado

01 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La Fundación Ecolum gestiona los residuos luminosos. Desde una bombilla a un rótulo que luce en el escaparate de un establecimiento comercial. Ligados a los fabricantes, a los distribuidores y al cliente final, garantizan la correcta gestión en base a la normativa específica de aparatos eléctricos y electrónicos. «Lo que nosotros hacemos es organizar el proceso de recogida de este tipo de residuos», explica Patricia Herrero, directora Técnica y de Operaciones.

—¿Cómo proceden?

—En el caso de las administraciones podemos pensar en las farolas. Y, en de los particulares, en los puntos limpios. Ecolum lo que hace es ir contactando con empresas que habitualmente generan este tipo de residuos. Estamos hablando de empresas instaladoras, industrias que van a hacer algún tipo de reforma o administraciones públicas que sacan alguna licitación la recogida de estos residuos. Contactamos con ellos y les ofrecemos el servicio de recogida, que no tiene ningún coste adicional para ellos.

—¿Abarcan toda la cadena?

—Sí, todos pueden acceder a nuestro servicio de recogida de residuos. Lógicamente, tenemos unas cantidades mínimas de recogida. Es decir, para los particulares que van a deshacerse de una lámpara de mesilla o de un flexo, recomendamos acercarse a los puntos limpios. Allí hay contenedores para los aparatos eléctricos y electrónicos. Pero cuando una empresa va a hacer una obra grande, podemos estar hablando de un cambio de alumbrado público masivo, somos nosotros los que le ponemos en contenedores en sus instalaciones. Cuando son empresas más pequeñas vamos a sus instalaciones a partir de 300 kilos o les ofrecemos la forma para entregarlo. De manera de que nada de esto tenga coste para ellos.

—¿Por qué no supone ningún desembolso?

—Porque existe la responsabilidad ampliada del productor. Esto significa que las empresas que fabrican, las que importan o ponen su marca en los productos que se están comercializando a nivel nacional tienen que responsabilizarse de financiar esta recogida. El fabricante de farolas, de las emergencias o de los plafones es el que paga por ese servicio. Ecolum recauda ese dinero y con ese importe es con el que ofrecemos el servicio de recogida sin coste a los distribuidores, instaladores, usuarios particulares y administración pública.

—Todo esto tiene una segunda vida. ¿En qué se convierten?

—Una vez que tenemos los contenedores colocados en la instalación en la que hacemos la retirada, llevamos los residuos a una planta de tratamiento. En ella, se hace una separación. Primero se quitan los elementos que puedan ser peligrosos, si los hay. Sobre la farola vemos los tipos de materiales que la componen porque a veces estamos hablando de metales, así que pueden tener una segunda vida en el mercado porque lo fragmentamos o llevamos a fundición. Esa planta de tratamiento está autorizada para realizar un proceso que permite que haya una materia prima nueva para fabricar otros elementos metálicos como las vallas de la calle, bancos que hay en ciudades o bien para formar parte de otras farolas. Al final, gran parte de los fabricantes ya nos confirman que utilizan metales recuperados de esas fundiciones que llegan de nuestras recogidas. Por lo tanto, cerramos el círculo con esa economía circular de la que tanto se habla ahora. Hay que minimizar los residuos y alargar la vida de los productos.

—¿Qué volumen gestionan?

—Depende de que haya licitaciones públicas y obras privadas. En 2022 superamos las 300 toneladas de aparatos de alumbrado, un 17% más que en 2021.