Luanco, un viaje al pasado para David Yáñez y Nacho Matador

Pablo Varela Varela
pablo varela CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

David Yáñez es el entrenador de porteros del Bergantiños
David Yáñez es el entrenador de porteros del Bergantiños José Manuel Casal

El preparador de porteros del Bergantiños vivió el Deportivo post-Champions, igual que el mediocentro asturiano del Marino

05 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El tiempo corre fugaz en el fútbol, que abre o cierra puertas con la misma celeridad. Y, en ocasiones, esas puertas marcan puntos de inflexión. David Yáñez (Cariño, 1983), que ahora es entrenador de porteros del Bergantiños y se crio en el vivero del Deportivo, detecta uno en la temporada 2003-04, cuando se quedó a las puertas de debutar en Primera con el conjunto coruñés, que por aquel entonces aún jugaba la Champions. Fue en la segunda jornada, frente al Athletic y con Yáñez convocado como segundo meta, siendo titular Molina. «Aún me acuerdo de la picadita que metió Valerón para el primer gol a Aranzubía», recuerda.

No hubo suerte aquel año para Yáñez, en un Deportivo plagado de internacionales y en el que él, aún muy joven, sintió que precisaba una cesión que lo acercase definitivamente al fútbol profesional. «Estaba entrenando con el primer equipo y sabía que mi oportunidad sería mínima, que sería difícil, aunque, por aquel entonces, había jugadores que podían dar la talla. El club debe tener confianza en su casa, en sus jugadores», expresa Yáñez.

Ocurría que el Deportivo, que aún peleaba con la aristocracia europea, miró hacia sus categorías inferiores tiempo después, cuando las arcas ya no rebosaban y se miraba de reojo la deuda de la entidad. El cambio de ciclo también se plasmó en el banquillo: tras Irureta, llegó Caparrós, avalado por su trabajo previo con los canteranos del Sevilla, y el Deportivo se lanzó a la búsqueda de jóvenes promesas con las que dar un giro a su proyecto de futuro.

En ese contexto, ya en el año 2006, llega al Fabril el asturiano Nacho Matador, firmado desde el Oviedo con 19 años. Ahora, tiene 35 y este domingo (17.00 horas) estará disponible para el partido que el Bergantiños jugará en el estadio de Miramar ante el club en el que milita, el Marino de Luanco. Apenas tres años separan a Yáñez y Matador, que no llegaron a coincidir en el Fabril de milagro, pero que sí vivieron aquella etapa de transición del Deportivo y también las dificultades de asomar la cabeza hacia las divisiones superiores.

Matador había firmado por los herculinos porque intuía una vía de acceso a Primera, pero esa puerta no se abrió. «Caparrós era el entrenador, y eso fue, un poco, lo que me hizo decidirme», rememora. En el Fabril llegó a ser uno de los capitanes, pero fue en su último año, el 2009, ya con ficha del primer equipo, cuando todo se torció. «La idea era salir cedido, y no se dio. El club no quería asumir ese gasto y estuve todo el año apartado, sin jugar. Fue una pena, porque en A Coruña estuve encantado, muy a gusto», cuenta.

Después de ese año en blanco, encontró una solución en el Caudal, cerca de casa. «Soy una persona muy familiar. El fútbol son muchas etapas, muchos equipos, pero al final no hay nada como estar con tu gente. Yo lo valoro así», expresa.

El Bergan, a seguir sumando

Los hombres de José Luis Lemos llevan ocho jornadas consecutivas sin perder y son quintos en la clasificación, con un total de 14 puntos en su haber.