Los héroes de oficio

CARBALLO

BASILIO BELLO

EN PRIMERA PERSONA | Por Juan Ramón Vidal Romaní |  La erupción del volcán en La Palma ha puesto de moda a los geólogos

03 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La vida pone en evidencia cada día el comportamiento de unos seres anónimos nada evidentes: los héroes de oficio. Hay profesiones y trabajos, o simplemente actitudes ante la vida, que analizadas con ecuanimidad deberían despertar un reconocimiento explícito por el sacrificio personal que suponen, asumir el riesgo por la propia vida o renunciar a vivirla con la comodidad que todos piensan que se merecen, pero a la que los héroes de oficio renuncian.

Se pueden degustar percebes sin remordimientos, y con hasta un poco de sadismo, por ver de qué sirve tu dinero, abstrayéndose de los trabajos que hubo que realizar para traerlos a tu mesa. O comer un plato de pescado capturado allende los mares bárbaros con riesgos para la vida del pescador, sean estos un temporal o el kaláshnikov de un pirata somalí que también será, si vuelve, un héroe en su aldea o con su familia.

El ejercicio de cualquier profesión puede tener ribetes de héroe que se olvidan rápidamente, si se maneja con pragmatismo lo habitual que es para algunos, asumir el riesgo de perder la propia vida incluso por salvar la de otros. Pero la sociedad distingue de forma asimétrica con honores de héroe solo a algunos utilizando criterios a veces muy frívolos. Hay un abismo entre el paternalismo exigente de un mando militar que dice pomposamente ante la tropa que «el valor y el sacrificio se os supone» transformando automáticamente en indigno al que falle y en un tonto «es lo menos que puedes hacer» al que cumple con su «deber», aunque a veces eso conlleve la muerte.

Erupción del volcán de La Palma
Erupción del volcán de La Palma Miguel Calero | EFE

Viene todo esto a cuento por lo más llamativo de los últimos tiempos: la novedad de la erupción de La Palma y la actitud de muchas de las personas implicadas en atender las necesidades de un pueblo afectado por un proceso esperado en una isla volcánica, con actividad volcánica y donde el volcanismo ha sido siempre activo. Y este acontecimiento ha puesto de moda a unos personajes, los geólogos, que normalmente son los villanos de la historia porque hablan de lo que va a ocurrir sin detallar el calendario exacto lo que parece restar credibilidad a su mensaje. Pero quizás su mayor error ha sido cuando han comenzado a decir lo que nadie quería oír cuando pusieron al descubierto los fallos de muchos responsables con poder real. Desde una evacuación inmediata de la zona punteada por los dardos de la sísmica que indicaban dónde y que ya iba a comenzar todo. Desde la ausencia de ordenación del territorio en Aridane, lo que ha provocado la destrucción generalizada de carreteras, edificios, conducciones de agua y campos de cultivo. Con el sarcasmo de los geólogos ante el «no nos lo esperábamos», cuando era un hecho evidente, muchas veces anunciado, de una actividad volcánica que no ha cesado durante los últimos 500 años. Y la respuesta a la evidencia geológica ha sido replicar con nuevos anuncios de infortunios como catástrofes bíblicas de la lluvia ácida, contaminación atmosférica que nunca existió, extinciones de fauna y flora marinas como llevan ocurriendo en los campos volcánicos en toda la vida y que hacen a las Canarias como son, tsunamis cruzando todo el Atlántico hasta amenazar la Gran Manzana. De las Canarias es mi familia por parte de madre y en las Canarias estuve seis años, tejiendo un mapa geológico. Mientras todo esto se da, los responsables se protegen de su ineficacia con una erudición verborrágica, hablando de cámaras magmáticas que se llenan y se vacían, lavas que suben y bajan, erupciones strombolianas o hawaianas, lluvias de millones para reconstruir, cosas todas ellas muy útiles. Y mientras eso ocurría, los héroes de oficio comenzaban a salvar las vidas de su gente, como sólo ellos pueden hacer, rescatando ajuares, recuerdos, dando de comer a sus animales o regando las plantas de las que viven, porque lo que uno tiene que hacer para vivir solo lo hace cada uno.

Nueva colada surgida tras la aparición de dos nuevas bocas en el volcán de La Palma
Nueva colada surgida tras la aparición de dos nuevas bocas en el volcán de La Palma Europa Press | INVOLCAN

Tal vez en toda esta tragedia del magma en acción hayan sido los geólogos en sordina los protagonistas destacados, y también los más silenciados, porque han detallado al milímetro lo que iba, o lo que va, o lo que ocurrirá en las próximas semanas. Por su misma profesión son personas prestas a viajar al último lugar de la Tierra en su superficie o debajo de ella, o incluso fuera del planeta para observar lo que ocurrió, lo que ocurre o lo que ocurrirá. Y el provecho que se puede sacar de su trabajo tanto encontrar un mineral escaso, como agua, detectar un movimiento de ladera, pronosticar una erupción volcánica o un sismo en la tierra o en el mar.

Quizás lo más útil de los geólogos es poder ver la Tierra con la cadencia real de su actividad en siglos, milenios, o millones de años aunque tal vez esa sea la razón de que los demás no les presten la debida atención.

DNI. Juan Ramón Vidal Romaní. Nacido en Tarragona en 1946, es catedrático de Xeoloxía en la Universidade de A Coruña (UDC). Está al frente, asimismo, del Instituto Universitario de Xeoloxía Isidro Parga Pondal. Tiene raíces en el municipio de Camariñas, y sin duda es toda una referencia para la Costa da Morte, pues desde su profesión difunde conocimiento acerca de parajes tan singulares como los Penedos de Pasarela y Traba, a caballo entre Vimianzo y Laxe, o el monte Pindo. La suya es una gran tarea de divulgación.