-En mi caso tengo un altavoz más grande y lo tengo que usar con responsabilidad, por eso pienso mucho todo lo que pongo en mis redes, contrasto las noticias siempre... Y también doy voz cuando yo no formo parte del colectivo que lucha, sobre todo me informo. Cuando ocurrió el movimiento del Black lives matter aprendí muchísimo y estoy trabajando en mejorar mi vocabulario para quitarme esos retazos arcaicos y racistas que he podido adquirir sin darme cuenta. Con el colectivo LGTBIQ+, formo parte de él, pero estoy en constante aprendizaje, que es la mejor forma de enfrentarlo. En los últimos años he aprendido mucho también y ha sido un viaje interior muy reconfortante, me implico mucho con él, voy a las manifestaciones, estoy en contacto con asociaciones y sobre todo leo mucho. Y el movimiento feminista, el que me ha enseñado tanto desde hace tantos años, no dejo de aprender y cuestionarme cosas. Y de pelear, porque como digo en mi serie Válidas, nosotras no tenemos las mismas oportunidades.
-¿De dónde viene lo de Percebes y grelos?
-Junté dos palabras gallegas que me gustaban, le dediqué un segundo de mi tiempo a pensarlo, pero si supiese que habría gente que me llamaría Percebes, le habría dado una vuelta.