El caso del mendigo asturiano que vive en Bértoa desata la solidaridad

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Cristina Viu

Un grupo de Facebook con 29.000 miembros gestiona su regreso a Gijón o a Llanes

28 sep 2019 . Actualizado a las 12:38 h.

El jueves por la mañana la administradora del grupo de Facebook Asturias nuestra tierra, que tiene 29.000 miembros, colgaba una foto del reportaje en el que Benjamín Ynestrillas hablaba de su deseo de volver a su tierra. Vive en Bértoa y gasta la mitad de la paga que tiene en el alquiler de una casa. Por eso recoge comida en los contenedores de los supermercados y mendiga los domingos frente a la iglesia de Santa Eufemia.

El caso de este hombre de 61 años conmocionó al grupo hasta el punto de que ayer por la tarde su historia había merecido más de 380 comentarios y había sido compartida por 43 personas.

Los conocedores de su desgracia han empezado a depositar dinero en su cuenta. «Lo voy a ahorrar para poder pagar los dos meses de alquiler que piden», dijo ayer abrumado por el apoyo. Y no solo de Asturias ha venido la ayuda. «Una señora que iba con dos niños y me vio cogiendo comida de un contenedor me dio 20 euros», explica sorprendido. Eso fue el miércoles. También tiene comida de Cruz Roja, pero su deseo es regresar a su tierra.

Una mujer se ofreció a pagarle el viaje en autocar, otros le están buscando sistemas de mudanza e incluso se han ofrecido a facilitarle el traslado de sus perros, Lúa y Bola, sin los que no tiene intención de marchar.

Le han ofrecido pisos, pero busca una pequeña finca para poder tener a sus canes. Si puede realizar alguna tarea agrícola, lo prefiere. La oleada solidaria está teniendo en cuenta estas pequeñas necesidades y anda buscando acomodo para el hombre, que tiene 61 años.

A Benjamín Ynestrillas no le queda ya familia en Gijón, donde nació, pero se considera totalmente asturiano. Hasta tal punto quiere regresar que hace tres años se fue a pasar la Navidad allí. Ahorró para el autobús y vivió en un albergue de transeúntes durante unos días, pero desde el 2012 está en Carballo y cada vez se le hace más cuesta arriba no poder asomarse al Cantábrico.

Además tenía interés Benjamín en que su historia corriera para poder dar con alguno de sus hermanos. Todos ellos se criaron en distintos orfanatos, pero, a pesar de la distancia, fue a visitarlos, lo que lo trajo hace ya tiempo hasta Galicia.

Ahora es posible que pueda cumplir su sueño de regresar a la tierra en la que nació y a la que se siente tan ligado. Si anhelo es ir a Llanes, que era el pueblo de su abuela, una de las pocas referencias que tiene.