Una capital comercial para vivir

La Voz CEE / LA VOZ

CARBALLO

JANET GONZALEZ VALDES

CONCELLO DE CEE | La cabecera comarcal de Fisterra es la única que resiste en cuanto a población

05 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras el conjunto del costado sur de la Costa da Morte sufre un drama poblacional comparable al de municipios del interior de Galicia, Cee, la villa cabecera de la comarca de Fisterra es la única que resiste e incluso incrementa ligeramente su población, consolidándose como un lugar para vivir, al abrigo de su actividad comercial y de los servicios públicos.

Aunque ahora mismo tiene por delante retos muy importantes como el completo despliegue de su potencial turístico o solucionar el grave impacto que le podría suponer un declive definitivo de la fábrica de Ferroatlántica, también hay algunos brotes verdes, como puede ser la creciente implantación de empresas en un polígono industrial que hasta hace nada servir únicamente para que pastasen las vacas y ahora alberga un pequeño puñado de empresas de la zona, dos gasolineras y una importante área comercial.

La apuesta política lleva ya muchos años centrada en el mantenimiento de los servicios y la recuperación del casco histórico, a la que no acaba de sumarse la iniciativa privada para darle verdadera vida, pero que sí ha visto una recuperación destaca en el plano urbano. El entorno de la Alameda, con la calle Rosalía de Castro, a la que hay que sumar la nueva iluminación y ahora las obras de las rúas de Arriba y Magdalena, que se acaban de poner en marcha, prácticamente completan el adecentamiento urbano de lo que hasta no hace muchos decenios era el corazón de la villa.

En este esfuerzo merece una reseña especial el edificio de la antigua Escola de Música, que ya fue en su día Casa Consistorial, además de sede de otros servicios públicos importantes. En su parte exterior lo ha recuperado el Concello y ahora el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) se va a encargar de darle por dentro su identidad corporativa para trasladarse allí. Se espera que sea un activo importante en ese intento de revitalización del interior de la localidad.

En cuanto a la dotación de servicios, que está dominada por la presencia del Hospital Virxe da Xunqueira, donde pese a todos los recortes de los últimos años en la sanidad se mantiene en lo esencial e incluso ha visto incrementar alguna potencialidad, como la de atención de los pacientes que necesitan someterse a hemodiálisis. Las necesidades más evidentes son, por tanto, las que presente el centro de salud, donde el Ayuntamiento ha tomado alguna medida de emergencia, como la compra de una nueva caldera, pero sigue precisando de una obra importante, cuando no de la construcción de un edificio nuevo, que no parece que en estos momentos entre en los planes de la Xunta de Galicia.

Sí ha entrado en los de la Cruz Roja la creación de una sede permanente en la localidad, ubicada en la planta baja de la casa consistorial, que lleva solo unos meses en marcha, pero ya se ha convertido en referencia de este tipo de atención para la zona. Algo similar a lo que se espera de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Fisterra y Soneira (Afafes), que acaba de abrir en otro edificio cedido por el Concello, el de la antigua guardería municipal. Las expectativas, al margen de ofrecer una atención para estos pacientes y familias que hasta ahora no existía más allá de Carballo, es que se convierta en el germen de un futuro centro de día, algo de lo que también carece la zona, ya que el de Corcubión permanece cerrado.

En el plano social esos son los avances más destacados, junto con el sensible incremento de atención a la dependencia, a través de la Axuda no Fogar y del resto de prestaciones que ofrecen los Servizos Sociais, que consumen una parte sustancial de los esfuerzos económicos.

En cuanto a la imagen del espacio público, los últimos años no han sido precisamente los de las grandes obras, ya que el dinero se ha invertido, sobre todo, en actuaciones funcionales relacionadas con el saneamiento o con los suministros que, aunque esenciales, no son precisamente vistosas. Eso sí quedan detalles, como las calles y la iluminación del casco histórico, a las que ahora se van a sumar las piedras que absorben energía duran el día y señalan con flechas el Camino durante la noche y también el conjunto escultórico interactivo que está previsto colocar próximamente delante de la Fundación Fernando Blanco.

La iniciativa privada también empieza a poner de su parte, con la recuperación de edificios que llevaban años parados en la avenida de Fisterra y ahora empiezan a coger forma, incluso con alguno de diseño, y se nota sobre todo en el plano cultural y deportivo. Los resultados de atletas de la localidad en los últimos campeonato son una prueba de ello, más allá de lo que depende directamente del Concello.