«Debemos aprender a convivir con el estrés porque no es ajeno a nosotros»

Elisa Álvarez González
E. Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

CARBALLO

SANDRA ALONSO

Una correcta respiración y alimentación pueden ayudar a liberar la ansiedad, indica Dulcina Gómez, presidenta de la Asociación Bienestar Natural y Social

08 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Técnicas para liberar o estrés e a ansiedade. Con este título, Dulcina Gómez, presidenta de la Asociación Bienestar Natural y Social, impartió ayer una charla en el Espazo +60 de Afundación. En ella abordó la educación emocional, la resolución de conflictos y las técnicas de relajación.

-¿Hay herramientas para reducir el estrés?

-Siempre las hubo y las sigue habiendo. Una de las herramientas fundamentales es la respiración, que nos ayuda en todo momento a relajar nuestro ser.

-¿Cómo controlar algo tan inconsciente e involuntario como la respiración?

-La técnica es precisamente aprender a respirar conscientemente. Cuando aprendemos a hacerlo realizamos un movimiento que hace que la ansiedad, el estrés e incluso el agotamiento se vayan reduciendo. Y es que la respiración es el oxígeno que entra en nuestros pulmones, en nuestra sangre y en nuestras células, y según el ritmo con el que respiremos ralentizaremos la circulación sanguínea, los latidos de corazón... Somos un conjunto en el que intervienen la respiración, la alimentación, y en función de cómo reaccionamos a las emociones de alguna manera podemos eliminar o al menos controlar el estrés y la ansiedad.

-¿Con una alimentación correcta y una respiración controlada podríamos reducir algo los niveles de estrés?

-Sí, porque muchas enfermedades tienen un origen psicosomático. También tenemos que darnos cuenta de que el estrés no es nada ajeno a nosotros, puede estar producido por la contaminación, por problemas familiares, de trabajo, pero sobre todo debemos destacar que no es ajeno.

-¿Tenemos entonces que aprender a convivir con él?

-Sí. Tenemos que aprender a convivir con el estrés porque no es ajeno a nosotros y hay de hecho lo que llamamos un estrés bueno. El estrés bueno es esa parte que el organismo necesita activar para llevar a cabo acciones importantes. Se trata de un conjunto de reacciones fisiológicas que experimenta el organismo de forma momentánea, y en estos casos no habría peligro. El problema es cuando uno no consigue su objetivo, sigue estresado, y sobre todo cuando el cuerpo empieza a somatizarlo a través de distintas enfermedades.

«Hay alimentos que nos ayudan a estar menos agresivos y cansados, como el aguacate»

Sigue la Presidenta de la Asociación Bienestar Natural y Social: «A veces son patologías de la piel, del aparato locomotor, respiratorias, endocrinas, nerviosas, e incluso disfunciones sexuales. ¿Y qué podemos hacer? Si notamos que nuestro organismo se alarma, porque el cuerpo siempre nos avisa, debemos empezar a observar, ver qué estamos haciendo con una sobrecarga profunda para que el cuerpo me avise de que algo está yendo mal. Por ejemplo, hay alimentos que nos van a ayudar a estar menos agresivos y cansados, como el aguacate, el salmón y los pescados azules, los cítricos o los espárragos»

-¿A qué edad es importante concienciarse con el estrés?

-Es importante a todas las edades, pero bien es cierto que cuando somos mayores nuestro cuerpo tiene menos defensas. La parte fisiológica en la tercera edad está menos activa para hacer frente a una situación de estrés, por lo que hay que potenciar más la alimentación y otros aspectos. Es muy importante también la educación emocional, la capacidad de percibir las emociones de forma precisa e impedir que nos hagan daño o las somaticemos antes de lo necesario.

-¿Priorizar las emociones?

-Exactamente. Sobre todo, saber educar la forma en la que reaccionamos a cada emoción. Todo esto nos va a ayudar a estar más sanos, ya que el organismo no necesitara entrar en un estado de defensa creyendo que hay una agresión.