La palabra exportar forma parte del lenguaje diario de la empresa carballesa Herfraga, dedicada a fabricar máquinas empacadoras de atún, creada en 1930 (aunque la sociedad como tal es más reciente) y actualmente en manos de la tercera generación familiar. Desde 1961, cuando creó la primera patente, no han parado de abrir mercados en el extranjero.
Mercedes Fraga Rey, la directora comercial, fue la encargada de resumir toda la experiencia empresarial desde esos primeros años 60, que se puede concretar en más de 1.350 empacadoras fabricadas, distribuidas en más de 50 países. Su perfil comercial quedó claro en frases como que la empresa realiza «la mejor calidad de corte del mercado» o que «hace bonito al atún», con calidad, durabilidad y buena presentación en lata». Han llegado a exportar más del 80 % de la producción, y este año estarán cerca de este porcentaje. Se dan a conocer en las ferias del sector, con publicidad muy especializada, con representantes foráneos, recepción de clientes extranjeros (algo «muy importante»). La anticipación a la necesidad de exportar fue clave para el éxito, también la superespecialización (las máquinas se adaptan a todos los modelos de latas), la calidad y la seriedad, además de la buena relación con las empresas. También hay problemas: las copias, los países complicados, aranceles... De cara al futuro, Herfraga se abre a nuevas vías, como las latas de pollo y los vegetales.