Las cafradas se acaban pagando

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Ladrones de Carballo acumulan varias penas de cárcel por sus fechorías

17 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La Justicia siempre actúa. Tarde o temprano, pero actúa. Mal y arrastro en algunas ocasiones, pero actúa. Varios jueces de lo Penal de A Coruña dictaron varias sentencias contra delincuentes carballeses, algunos de ellos reincidentes, por las fechorías cometidas en los últimos años.

Uno de estos últimos fallos afecta a José Ramón Torres Bello, carballés de 42 años. El juez lo declaró culpable de haber cometido varios robos «con violencia e intimidación» contra los propietarios y empleados de varios negocios de Carballo, A Laracha y Santa Comba.

Su modus operandi era siempre el mismo. Entraba en el local y le preguntaba a la empleada de turno por el propietario para, acto seguido, esgrimir un cuchillo de grandes dimensiones y amenazar a la dependienta con pincharla si no le entregaba el dinero.

Con esta forma de actuar tan burda José Ramón Torres Bello se embolsó mil euros en efectivo. Este carballés actuaba muy rápido. Tenía prisa y no se paraba mucho en seleccionar a sus víctimas, algunas de ellas de la misma calle. Así, el 4 de marzo del 2013 lo hizo en la tienda de deportes Atmósfera, en la rúa da Igrexa carballesa. Dos días después lo hacía en la misma vía, pero cincuenta metros más arriba arriba, en Daiana.

El acusado cambió de localidad el 8 de marzo. La tienda escogida en esta ocasión fue Territorio Tejano, en Santa Comba, de la que se llevó como botín 600 euros. El 13 de marzo José Ramón Torres Bello probaba suerte en Dietética Laracha. Pero salió escaldado. Utilizó el mismo sistema. Entró en el establecimiento y preguntó a la dependienta por el propietario. Y acto seguido le apuntó con el cuchillo de cocina en la barriga. La empleada lejos de amedrentarse llamó a la dueña, que resultó ser su madre, y que se encontraba en una dependencia anexa, y acudió a la llamada de auxilio. El acusado cambió de víctima. Se fue a por la progenitora y le puso el arma blanca a la altura del costado. Pero entre ella y su hija lograron echar al atracador de la tienda. Pocas semanas después José Ramón Torres Bello era detenido por la Guardia Civil. Ahora un juez lo acaba de sentenciar a más de nueve años de cárcel.

Cable de cobre

También verá incrementada su condena Marcos Bardanca Seijo, un carballés de 31 años, actualmente interno en Teixeiro, al que hay que sumar otros doce meses más de prisión por vender en un desguace de Arteixo cable de cobre robado en Rus (Carballo). Junto con su compinche, José Ramón Gómez Amado, de 28 años y natural de Santa Comba y residente en A Coruña, se deshicieron de 209 kilos de cable de cobre, por los que se embolsaron 685,2 euros, según constan en los albaranes emitidos por la empresa. En tres de los recibos figura como vendedor José Ramón Gómez y en el cuarto, Marcos Bardanca. Además de la pena de cárcel, el juez los obliga a pagar 6.150 euros a Telefónica por los destrozos causados.

Mención parte merece Benjamín López Rojo, Japito. Su amplio historial delictivo suma dos nuevas condenas este año. En enero fue sentenciado a dos años de cárcel por robar en el 2009 en una gasolinera de Buño y ahora es el titular del Juzgado de lo Penal número 5 de A Coruña el que lo acaba de condenar a otros dos años y cinco meses por un intento de atropello a dos policía locales de Carballo el 31 de diciembre del 2010.