La Xunta adjudicó la EDAR, la guardería y el centro de salud de Buño
22 may 2014 . Actualizado a las 07:08 h.La obra pública manda en el Concello de Malpica. La Xunta de Galicia, a través de Augas de Galicia, Sanidade e Traballo e Benestar, adjudicó en estos tres años la construcción de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR), cuyas obras arrancaron la semana pasada, la escuela infantil y el ansiado centro de salud de Buño. En total, casi siete millones de euros en inversiones para un ayuntamiento de 6.000 habitantes. Este ha sido uno de los pilares en los que ha basado la gestión el ejecutivo local de Eduardo Parga Veiga. El otro fue la reducción de la deuda municipal que, en el 2011, superaba, según el PP, el millón de euros, hasta situarla, según los datos del Ministerio de Hacienda en 142.000 euros.
En el debe de la gestión del PP están la piscina municipal, que solo permaneció un mes abierta y en pleno proceso electoral. La que iba a ser la Casa do Auga continúa cerrada a cal y canto desde hace tres años y todo parece indicar que, si nadie lo remedia, se habrán tirado a la basura 1,1 millones de euros del famoso Plan E de Zapatero.
Otro tema que tendrá que resolver el gobierno local es el regreso de la colección de Luciano García Alén al centro comarcal de Buño, y que tantas ampollas levantó en su día en el entorno familiar por la falta de tacto del Concello con los hijos del etnógrafo, que son ahora los encargados de llevar su legado.
Precisamente, la reversión de la propiedad del centro comarcal de Bergantiños en manos del Concello fue la última gran gestión a nivel municipal. Después de permanecer dos años cerrado al público, la Xunta cedió al Ayuntamiento el inmueble de forma gratuita. Ahora será el responsable del área de Turismo el que le dé contenido. Y aquí jugarán un papel clave los oleiros, uno de los grandes damnificados por el cierre del inmueble.
El ejecutivo también tiene pendiente de resolver la fórmula para la futura gestión del cementerio de Mens-Barizo, tras la polémica surgida entra las dos asociaciones interesadas en su mantenimiento, un conflicto este que sigue sin resolverse cuatro años después. El alcalde ya dejó claro que la única solución es crear una comunidad de vecinos para la gestión del camposanto.
A nivel plenario, se mantienen las trifulcas. Sobre todo hay dos bandos bien localizados. Por un lado, los piques entre el portavoz del PP y concejal de Obras, Miguel Fernández, con el líder de los socialistas, Rogelio Pereira. Por el otro, el que mantienen de vez en cuando la portavoz del BNG, Rosario Fernández, y el representante de AIM, Alfredo Cañizo.
a un año de las elecciones