«Raciño» recobra la normalidad en Arousa

CARBALLO

Los alumnos del Igafa cuidarán al lobo marino.
Los alumnos del Igafa cuidarán al lobo marino. MARTINA MISER< / span>

El lobo marino localizado en Razo se recupera en las instalaciones del Igafa

01 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

A Raciño, el mar le dio muy mala vida. Por eso, cuando el 8 de enero lo descubrieron varado en la playa de Razo, en Carballo, el lobo marino no quiso perderse de nuevo entre las olas. «Rexeitaba volver ao mar e estaba esgotado», relatan desde la Coordinadora para o estudio dos mamíferos mariños. El animal, que había llegado a la costa gallega zarandeado por los temporales, fue rescatado por voluntarios de Protección Civil, que se convirtieron en sus ángeles de la guardia mientras no llegaba a la playa la unidad móvil de varamientos del Cemma. Fue este operativo el que recogió al magullado lobo marino y lo trasladó hasta Nigrán.

Allí pasó Raciño -su nombre es un guiño a la playa en la que apareció- una larga temporada. Le hacía falta descansar: pesaba tan solo 19 kilos y presentaba «diversas feridas superficiais e certa afección respitatoria». Raciño necesitaba recomponerse, y por eso fue derivado a Nigrán, a una unidad de cuidados intensivos en la que recobró parte de sus fuerzas. Pesando ya 22 kilos, el animal «está en condicións de afrontar a segunda fase da súa recuperación». Para ello, ha sido trasladado al Instituto Galego de Formación en Acuicultura (Igafa), en la Illa de Arousa (Pontevedra) donde se encuentra desde mediados de esta semana.

El centro fue elegido por disponer de «unha piscina de grandes dimensións onde o lobo mariño poderá exercitarse muscularmente mediante a natación e o mergullo, e acadar o peso suficiente para a liberación». Y es que el futuro de Raciño pasa, necesariamente, por su vuelta al mar.

De atender a Raciño en A Illa se van a encargar técnicos del Cemma. Pero el trabajo de estos sería imposible sin la ayuda y el compromiso de la comunidad educativa del Igafa. «A sistencia será dirixida polos especialistas, e contará coa participación do alumnado do centro, integrando esta actividade na súa formación académica ao constituir un elemento de grande utilidade didáctica para a súa formación». No es la primera vez que los estudiantes de acuicultura se enfrentan a este reto. «O ano pasado, o lobo mariño Orzán superou a súa recuperación nestas instalacións».

Así que ahí está Raciño, convertido temporalmente en un miembro más de la gran familia de Niño do Corvo. Esperamos que pronto reúna las fuerzas, y las ganas, para volver a ser libre.

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