Cerca de 150 personas pidieron que imperen los criterios técnicos
16 feb 2013 . Actualizado a las 07:10 h.Los vecinos de Vimianzo salieron ayer a la calle para reivindicar la permanencia en la localidad de la base del grupo municipal de intervención rápida (Grumir). Unos 150, entre los propios trabajadores (12 de 14, los dos que faltaron no pudieron acudir), los del Concello, concejales nacionalistas, socialistas e independientes (faltó el PP) y vecinos en general. Pero el alcalde, Manuel Antelo, matizó que no se trataba de realizar un acto multitudinario, sino de mostrar el rechazo ante los cambios propuestos por la Xunta y exigir que, aplicando los nuevos criterios, se haga justicia a la capital de Soneira.
Los asistentes se concentraron en la plaza del Concello junto a los tres vehículos de los miembros del Grumir: el todoterreno, el camión de incendios y la pick-up. Corearon consignas, como «Non queremos que nos quiten o Grumir», lema del acto y de la pancarta exhibida, que desde ayer puede verse en el balcón del consistorio. Hubo más: «Señor Rueda, queremos que nos escoite», en alusión ala entrevista que el gobierno local ha pedido al vicepresidente de la Xunta. O alguna más directa: «Se isto non se amaña, caña, caña e caña».
Megafonía
En dos o tres ocasiones sonó la sirena de uno de los vehículos. Su megafonía fue aprovechada, primero, por Manuel Antelo, para destacar que no entiende que no aparezca la base en Vimianzo en el nuevo mapa de emergencias, a la vista de que cumple con los nuevos criterios. Incluido el de la disponibilidad de medios: no había más que ver los tres vehículos y el personal en medio de la plaza para comprobarlo.
Tomó el relevo Mari Carmen Gándara, trabajadora del Grumir, encargada de leer el manifiesto que, en siete puntos, abunda en los argumentos ya expuestos en los últimos días. Este escrito se resume en que no entienden que se «desmantele» un servicio para crear otro en la comarca que no cumple con las nuevas razones de actuación. En segundo lugar, lamentan que se elimine un servicio para Vimianzo, pero también para la comarca, «cun amplo historial de intervencións locais e comarcais».
En el manifiesto añaden que, con la nueva distribución, «queda desatendida unha boa parte da Costa da Morte», al pasar de la actual centricidad a «unha esquina». La abundancia de medios y personal capaz en Vimianzo, sufragado con «esforzos económicos» públicos de muchos años, quedaría «tirado pola borda», además de toda la experiencia. Entienden además que el cambio promovido por la Xunta es «discriminatorio. Non entendemos -añade- por que Vimianzo non sirve agora para unha base do grupo de emerxencias cando serviu todos estes anos ata hoxe». El «ata hoxe» fue muy remarcado por la trabajadora, y aplaudido por todos los asistentes.