Un priorato de «5.000 ferrados»

Juan Ventura Lado Alvela
Juan Ventura Lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

Fernández Carrera y Bello Mato enseñan las dependencias del monasterio a los asistentes.
Fernández Carrera y Bello Mato enseñan las dependencias del monasterio a los asistentes. xesús búa< / span>

Las anécdotas del cura Ricardo Bello Mato cautivaron al público

07 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La primera de las dos jornadas sobre los monasterios de Muxía [la segunda será el sábado a las 12.30 horas en Moraime] reunió ayer en San Martiño de Ozón a una treintena de personas, que siguieron con atención durante tres horas las explicaciones del profesor Xan Fernández Carrera y disfrutaron con las anécdotas del Ricardo Bello Mato.

El cura carballés (Cances, 1926) pasó por varios destinos y ahora está «xubilado que non retirado», como dice Fernández Carrera, ya que sigue estudiando y escribiendo. Entre las parroquias de las que se hizo cargo está de la Ozón, a donde llegó en 1963 para pasar en ella 16 años: una experiencia que ha dado como resultado O mosteiro de San Martiño de Ozón, un libro que se presentó ayer y del que ya está en marcha la segunda edición prologada y ampliada.

Con la obra como referencia, Xan Fernández repasó la historia del monasterio, convertido en priorato a partir de 1429, pero del que no hay una datación exacta. «A primeira referencia que temos -dijo el profesor carballés- e do século XII. Nunha relación do arcebispado de Santiago do 1151 aparece San Martiño de Ozón entre outros moitos».

La importancia de este centro religioso y administrativo, más pequeño que el de Moraime pero con predominancia en la zona en la que se asienta, quedó reflejada en las crónicas de Gerónimo del Hoyo, que dan fe de como a mediados del siglo XVII, entregaba a San Martiño Pinario, la instancia de la que dependía, «o equivalente en diñeiro a 5.000 ferrados [unos 75.000 kilos] de cereal, fundamentalmente trigo», tal como relató Fernández Carrera, quien añadió que en el siglo XVIII el priorato recibía por la renta de sus tierras entre 20.000 y 25.000 reales, pese a que tuvo épocas en las que solo contó con dos monjes.

Toda esta experiencia histórica y sus propias vivencias alimentaron algunas de las anécdotas que compartió ayer Bello Mato en lo que fue el antiguo calefactorio del monasterio hoy aprovechado por la cooperativa Aurora del Camino, como albergue de peregrinos y sede de una interesante experiencia cultural y ecológica.

El expárroco de Ozón, aprovechando la presencia del regidor, Félix Porto, hizo memoria de su relación con los antiguos alcaldes «cando o que había era que facer carreteras e arranxar escolas e non quedaba un peso para nada». Pese a las dificultades, consiguieron algunas mejoras en los edificios que permitieron que hoy sigan en pie y estén inmersos en un proceso de revitalización. Contó como los emigrantes de Suxo realizaron una de las placas del piso en una sola jornada o que para hacer el puente entre Salgueiros y Caberta gastó él «tantos cartos en gasolina para ir falar coa xente como custou a obra».

Su fina y cultivada retranca desató repetidas carcajadas del público con expresiones como «o alcalde, aínda que sea de Mao Tse Tung, e o cura, se están no mesmo xugo, tiran polo carro» o cuando explicó su técnica para que las hojas parroquiales burlaran la censura franquista encarnada en su antiguo profesor Manuel Fraga. «Mandaba unha para o Goberno Civil da Coruña e mentres xa repartía a outra porque senón tardaban un mes en contestar e pasábanse as noticias. Despois os gardas, como tamén cobraban pouco, invitábaos a comer e facían a vista gorda», contó el cura, propietario del primer televisor que hubo en Tordoia, que dio lugar a un masificado teleclub en el que «cada vez que xogaba o Real Madrid había que por o aparato, ben pesado por certo, na ventana».