La Guardia Civil investiga el origen de la ropa, que podría ir a Cáritas
20 sep 2012 . Actualizado a las 07:10 h.Una pista forestal del monte de Brantuas (Ponteceso), a solo unos cientos de metros del faro y el mirador, ha servido para que alguien se deshiciese de cientos de prendas de ropa completamente nuevas, que, en gran parte, todavía tienen colocadas las etiquetas y las alarmas antirrobo de los comercios.
Según informaron fuentes vecinales, las piezas llevan allí, como mínimo, desde el pasado día 8, cuando se celebró la romería de Nosa Señora do Faro, porque uno de los asistentes a la fiesta pudo verlas entre la maleza. Un pariente suyo avisó a la Guardia Civil, que ayer por la mañana desplazó una patrulla hasta el punto para conocer lo sucedido de primera mano e investigar el origen de ese depósito ilegal.
En principio, y según indican fuentes policiales, no hay indicios que inviten a pensar que se trate de productos sustraídos, sino más bien de un vertido de material inservible cuyo propietario no sería capaz de comercializar y, por lo tanto, las habría desechado tirándolas de manera irregular en esa zona poco transitada.
Sin embargo, las características de la prendas abren muchas incógnitas respecto a quién pertenecen y a quién las llevó al monte de Brantuas. La ropa, aunque no es de último modelo ni de marcas conocidas, está prácticamente toda sin estrenar y en buen estado de conservación, en muchos casos con precios marcados en las etiquetas que oscilan entre los cinco y los 20 euros. Hay prendas de lo más variado: infantiles, femeninas, de caballero e incluso piezas unisex como bufandas o cinturones.
Entre ellas, destaca un pantalón serigrafiado con las señas del Cuerpo Nacional de Policía al que le faltan parte de los anagramas relativos a la entidad.
En conjunto, el lote de ropa, que llenaría una furgoneta de tamaño medio, presenta el típico aspecto de los descartes de comercio que habitualmente se venden a precio rebajado en cualquier mercadillo de la zona. Enmedio de ella, además de un portatrajes de El Corte Inglés, aparecieron otras bolsas de plástico sin rotular y una factura de una compañía telefónica que le podría servir a la Guardia Civil en las pesquisas.
De momento, las prendas siguen en el monte aunque los responsables del instituto armado tenían previsto comunicarle los hechos al Concello y reclamar su colaboración para retirar el vertido y aprovechar las piezas en buen estado, que podrían ir destinadas a alguna asociación sin ánimo de lucro como Cáritas. A partir de ahí, los agentes tratarán de determinar si existe alguna responsabilidad punible, sobre todo relacionada con el quebrantamiento de la legislación medioambiental.