1 Son expertos en merengue, pasodoble y salsa, y están dispuestos a bailar allá donde los quieran ver. «Sin cobrar nin un peso», aclara Federico Blanco Charlín, portavoz oficioso del grupo de baile de salón de la tercera edad de la sociedad San Martiño de Cambre (Malpica). Un grupo formado por 15 veteranos con mucho ritmo que son capaces de salir a la pista y dejar boquiabiertos a los jóvenes más bailones. Se mantienen en forma gracias a las clases de baile de Santiago Verdes, Totó, y Kukiña, que, vuelve a aclarar Federico, «teñen moita paciencia e axúdannos por amor á arte». Queda claro pues, que los danzarines de San Martiño lo hacen porque les encanta y están dispuestos a actuar allá donde los llamen. Tienen mucho ritmo y lo demuestran en la pista.
Primera asamblea
2 Los que de momento no han programado clases de baile, pero todo se andará, son los responsables de la asociación de vecinos del barrio San Cristovo de Carballo. La entidad, que preside Vanessa Antelo Varela, celebró el viernes su primera asamblea general. Fue una reunión en la que presentaron la oferta de actividades que piensan poner en marcha durante este año y que se centran, sobre todo, en medio ambiente y salud. Así, tienen previsto celebrar un seminario de conducción eficiente, un obradoiro en el que aprenderán a elaborar jabones caseros, un taller de nutrición o un curso sobre plantas medicinales. Lo dicho, de momento no se animan con los bailes de salón, pero sin duda se van a mantener en muy buena forma.
Museo Fernando Blanco
3 A los que tampoco hay quien pare es a los miembros de la Asociación de Xubilados de Telefónica de A Coruña, que aprovechan al máximo su tiempo libre. Esta misma semana se acercaron hasta Cee para visitar el museo de la Fundación Fernando Blanco de Cee, donde fueron recibidos por Darío Areas Domínguez, que les mostró las joyas históricas que se conservan en la antigua Escola das Nenas. Además, los miembros de la entidad alucinaron con la majestuosidad del instituto Fernando Blanco y su magnífico jardín. La excursión a la Costa da Morte también les sirvió para conocer el Museo Seno de Corcubión y Fisterra.