Las Vías Verdes españolas cumplen 25 años con 2.700 kilómetros de sendas accesibles

La Voz MADRID / EFE

BIODIVERSA GALICIA

Wikimedia

El 90 % de esos caminos cuentan con espacios naturales protegidos en un radio inferior a cinco kilómetros

30 sep 2018 . Actualizado a las 19:09 h.

Las Vías Verdes españolas, antiguos trazados de ferrocarril en desuso, cumplen 25 años, durante los que han incorporado 125 itinerarios que suman 2.700 kilómetros de sendas accesibles que en su mayoría transcurren por espacios con extraordinarios valores naturales y paisajísticos.

El 90 % de esos caminos cuentan con espacios naturales protegidos en un radio inferior a cinco kilómetros, y para dar a conocer esa biodiversidad se ha lanzado el proyecto Vías Verdes y Red Natura 2000, con el respaldo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica, ha explicado Arantxa Hernández, responsable del área de Vías Verdes de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles.

Hernández ha subrayado que el proyecto permite conocer los valores ambientales de los espacios por los que transitan las vías, las diferentes figuras de protección y las razones que justificaron su inclusión en la red Natura 2000, el principal instrumento para la conservación de Europa.

España es el país con más superficie incluida en Natura 2000, con 222.276 kilómetros cuadrados (el 27,3 % de la superficie), y las «vías verdes» transcurren en gran parte por esos espacios.

Ahora, los usuarios que utilicen, por ejemplo, la Vía Verde del Tren de la Burra, sabrán que es una antigua línea (conocida así por su exasperante lentitud) inaugurada por el Rey Alfonso XIII en 1912 y que conectaba Palencia y Castromocho.

Pero también que a lo largo de sus 30 kilómetros la línea transita por cuatro espacios protegidos que pertenecen la red Natura 2000 y las peculiaridades y valores naturales de cada uno de ellos.

Entre las acciones incluidas en este proyecto de divulgación destaca el desarrollo de una aplicación de descarga gratuita que reunirá toda la información técnica (localización, recorrido, accesibilidad o equipamientos de la vía) y ambiental de cada uno de los itinerarios.

Vía Verde del Eo

De Agremon CC BY-SA 4.0

Por el momento, la Vía Verde del Eo es la única que tenemos en Galicia. Su trazado discurre a través de doce kilómetros entre Asturias y Galicia, junto a bosques por la ribera del Eo.

En su recorrido, entre San Tirso de Abrés y Villaodriz, se atraviesan seis túneles y un viaducto, y es posible descubrir castros y dólmentes, el Palacio del Pacio en San Tirso y los espectaculares hornos de calcinación de A Pontenova. La Vía Verde del Eo se puede conocer a pie, en bicicleta o sobre patines.

Vía Verde de la Senda del Oso

By Sammy pompon GFDL

Asturias destaca con nueve itinerarios, si tenemos en cuenta la Vía Verde del Eo. Uno de los más espectaculares es el que constituye la Vía Verde de la Senda del Oso. Este es el antiguo trazado del tren minero del siglo XIX que unía Teverga y Quirós, a través de 36 kilómetros.

En el trayecto, en un entorno de bosques atlánticos y valles montañosos, es posible detenerse en la Casa del Oso, sede de la Fundación Oso de Asturias, asombrarse en el desfiladero de Peñas Juntas, descubrir el conjunto rural bajomedieval de Bermiego con sus 32 hórreos y paneras, el Roble de Bermiego, Bandujo, el Parque Natural de las Ubiñas La Mesa, el área megalítica del Alto de la Coberturia, la cueva Huerta y el Parque de la Prehistoria y Castillo de Alesga, entre muchos otros puntos de interés.

Vía Verde del Tranqueru

Entre las Vías Verdes asturianas de menor recorrido, destaca la Vía Verde del Tranqueru, con 1 200 metros de longitud. Está preparada para senderistas, ciclistas y personas de movilidad reducida. En ella se disfruta de hermosos acantilados, la vista de las casonas asturianas y la Necrópolis del Monte Areo, a través de una ruta que cuenta con una pasarela y tres túneles.

Vía Verde de Dícido

By Alberto Cabrera CC BY 2.0

Entre las cinco Vías Verdes que se encuentran en Cantabria, en el bello municipio de Castro Urdiales, está la Vía Verde de Dícido, con un kilómetro de longitud, ideal para senderistas. Este paseo por los acantilados de la costa permite descubrir la playa y el antiguo cargadero de mineral de Dícido, el barrio de Mioño y el conjunto monumental de Castro Urdiales, además del conjunto arqueológico minero de Dícido.

Vía Verde del Piquillo

By Etxaburu CC BY 3.0

El otro recorrido cántabro, de 1 900 metros, y accesible para senderistas, ciclistas y personas de movilidad reducida, lo constituye la Vía Verde del Piquillo. Esta ruta está preparada con miradores y áreas de descanso, entre Ontón, en el municipio de Castro Urdiales, y Covarón, en el de Vizcaya, junto hermosos acantilados. Su patrimonio destaca por el Castillo Faro, el Miliario Romano, el Puente Medieval y la ermita de Santa Ana, entre otros.

 

Vía Verde del Ferrocarril Vasco Navarro

By Asier Sarasua Garmendia, Assar CC BY-SA 4.0

El País Vasco es la comunidad autónoma del norte de España que puede presumir de contar con más Vías Verdes. En total son 15 itinerarios que se distribuyen por Álava (2), Guipúzcoa (7) y Vizcaya (6). En Álava, la Vía Verde del Ferrocarril Vasco Navarrodiscurre por el antiguo trazado del tren que unía Bergar con Estella atravesando Vitoria/Gasteiz, conocido como «El Trenico». En total, son 84 kilómetros dividos en 5 tramos con distintos accesos.

Entre todo su patrimonio, se encuentran los corredores de los ríos Zadorra y Alegría, el humedal de Salburua, hayedos y robledales de la sierra de Elgea, la garganta del arroyo Arlabán, el túnel de Laminoria, el hayedo de Iturrieta, el cañón de Igorin, la Reserva Natural del Barranco de Lasia y el valle del Ega, las estaciones del ferrocarril, las numerosas construcciones religiosas y el conjunto monumental de Estella/Lizarra.

Vía Verde del Urola

Pere López Brosa CC BY-SA 3.0

En Guipúzcoa, la Vía Verde del Urola sorprende en su recorrido por su naturaleza y el destacado patrimonio arquitectónico, a través de los pueblos y la montaña. Su trazado es de 22,5 kilómetros, accesible para senderistas, ciclistas y personas de movilidad reducida. El tramo Azkoitia-Azpeitia también está preparado para patinadores.

El casco histórico de Azkoitia y Azpeitia, el Museo Vasco del Ferrocarril, el Santuario de San Ignacio de Loiola, el casco antiguo de Urretxu y la iglesia de San Martín de Tours, son algunos de los puntos más emblemáticos de este itinerario.

Vía Verde de los Montes de Hierro

By Etxaburu CC BY 3.0

A través de 42,5 kilómetros entre Traslaviña (Artzentales) y Kobaron (Muskiz), preparados para senderistas, ciclistas, jinetes y personas de movilidad reducidad, transcurrre la Vía Verde de los Montes de Hierro. Entre todos sus tramos, destacan las marismas del río Barbadun, la playa de La Arena , la Ferrería de El Pobal, el castillo de Muñatones, las minas de San José y Lorenza, numerosas áreas de recreativas y los 7 túneles de su trazado.

 

 

Un Sistema de Información Geográfica superpone el mapa de las vías verdes con los mapas de Natura 2000, los geoparques o las Reservas de la Biosfera, y «cruza» la información de esos senderos con los centros de visitantes, los centros de interpretación, las aulas de naturaleza u otros sitios similares vinculados a cada uno de los espacios naturales por los que pasa la vía.

Las «Vías Verdes» españolas nacieron en 1993, con los populares greenways del Reino Unido o Estados Unidos como referente, y a lo largo de 25 años se han invertido casi 200 millones de euros para recuperar y rehabilitar ese patrimonio ferroviario hasta conseguir los 2.700 kilómetros actuales, repartidos por todas las comunidades autónomas (excepto Canarias).

Estas vías no motorizadas se asocian en la actualidad a conceptos en auge como los de ocio activo, ocio saludable, movilidad sostenible o accesibilidad universal, ya que al aprovechar los antiguos trazados del tren carecen de desniveles pronunciados y son apropiadas para personas con una movilidad reducida.

Quedan unos 5.000 kilómetros de líneas de tren en desuso y susceptibles de ser recuperadas, según datos de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, que ha subrayado que las «vías verdes» pueden llegar a convertirse en la red de infraestructuras ciclistas «de mayor calidad, seguridad y accesibilidad» para la práctica del ocio en bicicleta de España.

Sus promotores no ocultan, frente a esas oportunidades y potencialidades, las debilidades y las amenazas, y entre éstas la falta de conectividad entre vías, el mantenimiento inadecuado de algunas debido a la falta de recursos de los ayuntamientos o la ausencia en muchos itinerarios de una oferta turística (alojamiento, restauración u oferta cultural) que complemente la vía.

Señalan también entre esas debilidades la falta de estructuración del turismo ciclista, su escasa promoción, la poca cultura del uso de la bici que existe en España, la ausencia de políticas a favor del cicloturismo o la falta de interconexión entre diferentes modo de transporte (sobre todo con el tren).

Arantxa Hernández ha citado la interconexión (nacional e internacional) de las vías como uno de los «retos» para el futuro para tener «una verdadera red de cicloturismo» en España, y ha asegurado que existe un público potencial de varios millones de personas que está esperando a que esto sea una realidad «para descubrir el país de una forma diferente, tal y como se hace en los países de nuestro entorno».