¿Todo vale?

José Vicente Domínguez
josé vicente domínguez LATITUD 42°-34?, 8 N

RIBEIRA

02 feb 2023 . Actualizado a las 10:37 h.

P ermítanme que les cuente una anécdota de la que, por cierto, hay un testigo capaz de corregirme en caso de que falle mi objetividad. Cuando me propusieron encabezar la candidatura socialista de Ribeira, contacté con un periodista para que me ayudase en la descarnada campaña que se avecinaba.

—Cuéntame lo que sepas sobre los trapos sucios de tus adversarios políticos. Tenemos que empezar por ahí —me dijo en la primera y única entrevista.

A pesar de que yo ya llevaba más de medio siglo de mochila a cuestas, su planteamiento me escandalizó y lo rechacé. Y, créanme, no es que yo sea tan puro como la leche que mama el ternero, pero en mi comportamiento existían y existen líneas rojas.

Hablando de esto, aunque a muy diferente escala, me viene a la memoria la campaña política del 2009, con Alberto Núñez Feijoo acusando de faraón derrochador a un austero Emilio Pérez Touriño, por usar un viejo Audi blindado (que posteriormente su gobierno vendió por unos 6.000 euros) y de malversación e insinuaciones de cohecho, por la compra de unas sillas «carísimas» que, después de 18 años, todavía sostienen los traseros de quienes acuden a la sala de juntas de San Caetano. Por cierto, el presidente de la Deputación de A Coruña de entonces también se servía de otro viejo Audi blindado al que, si no recuerdo mal, no le cerraba bien la puerta derecha trasera.

Pero está claro que a don Alberto todo le valía con tal de alcanzar el poder y aparecer después más puro y místico que San Juan de la Cruz.

Es triste que ya no nos escandalicemos por actitudes y bajezas políticas utilizadas para desprestigiar a los mandatarios de turno, como cuando el actual líder de la oposición se va al exterior —digamos a Bruselas— para sacar a relucir trapos sucios hispanos, en una supuesta defensa de la patria. «Y si habla mal de España es español», decía Bartrina, el genial poeta catalán; aunque, si a algunos les molesta, pongo que era de Madrid.

No todo vale. Y asombra que el señor Feijoo, la semana pasada, aprovechando el crimen de Algeciras y sin duda pensando en Vox, cargue contra las religiones que matan en nombre de sus creencias. Las religiones no matan, matan personas aleccionadas para matar, profesen o no cualquier creencia. ¿Sabe?, como aquel personaje que iba bajo palio antes y después de firmar sentencias de muerte; o los que bendecían cañones y llamaban cruzada a una guerra civil, o añadían al «no matarás» del Catecismo del padre Ripalda, la coletilla «excepto rojos».

Después de gobernar tanto tiempo en mayoría absoluta, uno llega a creerse un Castelar. Y con tanta adulación se obnubilan las ideas. Así que don Alberto, usted que me conoce, permítame que le dé un consejo: si quiere pasar por moderado, cambie de asesores. Yo lo hice con aquel periodista y, aunque tal vez haya dejado de ganar una alcaldía, mi conciencia quedó tranquila. Créame, yo también se lo aconsejo por España.