Borriquitas y palmas en un Domingo de Ramos que marca el camino de la Semana Santa

Ana Gerpe Varela
A. gerpe RIBEIRA / LA VOZ

PORTO DO SON

Bendiciones y actos litúrgicos estuvieron muy concurridos

13 abr 2025 . Actualizado a las 19:51 h.

Las calles se llenaron de niños y adultos portando palmas para ser bendecidas en un Domingo de Ramos en el que las procesiones con borriquitas recordaron la entrada de Jesús en Jerusalén, iniciando así una ruta de Semana Santa que finalizará el próximo 20 de abril. El cielo se libró de las nubes cargadas de agua, para satisfacción de feligreses y cofradías que tanto esfuerzo ponen en la realización de los actos.

A partir de las once de la mañana, de un extremo a otro de la comarca, comenzaron las celebraciones religiosas en plazas y atrios. Fue en la de España de Porto do Son donde el párroco, José Ramón Jorge Mosquera, realizó la bendición, a la que siguió un recorrido hacia la iglesia parroquial con una imagen de la borriquita acompañada por niños de la catequesis.

El encuentro en A Pobra tuvo lugar en una carpa emplazada en el atrio iglesia de Santiago do Deán, actualmente objeto de reformas. Desde allí partió una concurrida marcha que recorrió el casco urbano para regresar después al punto de partida. El desfile, presidido por la borriquita estuvo acompañado por los gaiteiros de Xiada.

En Rianxo, la comitiva salió de la iglesia de Santa Columba hacia la capilla de A Guadalupe, donde el párroco, Marcelino Sánchez Somoza, realizó la bendición. Por su parte, los feligreses de Boiro se juntaron en la iglesia de Santa Baia y, acompañados del sacerdote Juan José Bermúdez, caminaron hasta el cruceiro de Fonteneixe.

Numerosas personas acudieron en O Monumento a la bendición, realizada por el vicario pastoral Javier Porro al encontrarse el párroco, Alfonso Mera, de viaje en Roma con alumnos de confirmación. El joven Ezequiel encabezó a lomos de la borriquita la marcha hasta la plaza de O Sol.

Como es tradicional, la jornada en Noia se dividió en dos partes. Por la mañana tuvo lugar la bendición de ramos realizada por el sacerdote José Ortoño y, por la tarde, la procesión del Ecce Homo, que partió de la iglesia de San Francisco en dirección al templo de San Martiño.