Adolfo Enríquez: El retratista autodidacta de O Son que ya suma cinco Goyas de la fotografía

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

PORTO DO SON

cedida

Ganó los dos últimos Lux en el 2021, en las secciones de industria y arquitectura

19 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos Lux de oro, premios de carácter estatal que equivalen a los Goya del cine, acaba de incorporar a su vitrina Adolfo Enríquez (Porto do Son, 1965). Estos galardones se suman a los otros tres que ya tenía de esta misma envergadura, además de uno de plata y tres más de bronce. En esta última edición del certamen, se convirtió en el único participante que alcanzó la victoria por partida doble. Fue en dos categorías que constituyen su fuerte a nivel profesional: industria y arquitectura.

Estos son los principales campos de actuación de Adolfo Enríquez en el estudio que dirige desde hace tiempo en Santiago y es un ámbito en el que también se está abriendo camino en Barbanza, desde que hace tres años puso en marcha un negocio en Boiro, enfocado también al reportaje social. En la categoría de arquitectura e interiorismo de los Lux, logró el oro con Hierro, una foto del puente Don Luis I de Oporto: «Fue una instantánea realizada una mañana de niebla, con una luz y unos efectos muy especiales».

En la sección de industria, se alzó con el máximo galardón con Cars, una instantánea del almacén de coches que la firma Citroën tiene en Porriño: «Estaba haciendo un vuelo con un helicóptero para otro trabajo y cuando pasé por aquella explanada en la que hay miles de coches me llamó mucho la atención. Me gustan las simetrías». Añade que apostó por presentar la imagen en blanco y negro con el fin de añadirle un extra, puesto que «a primera vista hay a quien le parece un edificio».

Aunque tenía 26 años cuando emprendió su carrera profesional como fotógrafo, después de haber trabajado como cámara de televisión, Adolfo Enríquez lleva desde los 13 pegado al objetivo, una herramienta con la que entró en contacto de forma casual: «Mi padre era emigrante y, en uno de sus viajes, encontró en el camarote de un barco una maleta vieja que iban a tirar. En su interior había una cámara y yo empecé a usarla y a hacer pruebas para mejorar las fotografías».

Especialización

Es por ello que, aunque recibió formación a través de diversos cursos y aún hoy sigue asistiendo a seminarios tanto dentro como fuera de España, el sonense se considera un autodidacta: «El dominio que adquirí en el ámbito de la fotografía me sirvió para mi trabajo como cámara de televisión, donde también obtuve varios reconocimientos». Ya como retratista profesional, los encargos fueron marcándole el camino a seguir: «Empecé trabajando para empresas dedicadas a la construcción y a las reformas, al tiempo que hacía imágenes de productos para catálogos. Por eso me fui especializando en estos ámbitos».

Incluso en su desembarco en Boiro, donde pretendía impulsar un estudio enfocado principalmente hacia el reportaje social, acabó influyendo esa trayectoria que acumula en el ámbito industrial: «Ya estamos haciendo trabajos para empresas de la zona».

Otro de los ámbitos que domina Adolfo Enríquez y en el que está especialmente volcado en la actualidad es el editorial. En el 2020 publicó 150 lugares para conocer Galicia, un libro que, como su título indica, pretende ser una completa guía turística, con imágenes e información de lugares de interés de la comunidad. Incorpora códigos QR para facilitar el acceso de los lectores a dichos parajes.

Y en breve sacará a la luz Catedral al descubierto, el primer volumen que mostrará el monumento compostelano en su conjunto desde que fue sometido al proceso de restauración: «Es una especie de guía fotográfica, con textos explicativos cortos, que va mostrando las distintas acciones de rehabilitación que se llevaron a cabo en el edificio». El volumen tiene 300 páginas y su autor está convencido de que «llamará la atención».