antón parada
A menudo la línea que separa al artesano del artista es muy delgada, pero hay casos en los que esta se ha desdibujado por completo. El municipio coruñés de Outes alberga una de estas historias en el corazón del taller de la joyería que dirigen el orfebre Fernando Gallego (Pontevedra, 1973) y su esposa Paula Iglesia. Además de haberse convertido en un claro ejemplo de que el comercio local tiene futuro, desde esta localidad de unos 7.000 habitantes han exportado sus creaciones a ciudades como Madrid y Barcelona, pero también a países como Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Francia o Alemania. ¿Que qué es lo que causa tal interés? Pues que además de piedras y metales preciosos, el material principal de sus obras es el pasado.