Los investigadores no determinaron si la almeja japónica perjudica a otros bivalvos

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

CARMELA QUEIJEIRO

La bióloga del pósito noiés indica que se desconoce si compite con la fina y el berberecho

11 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Su resistencia a la depredación constituye la mayor fortaleza de la almeja japónica a la hora de expandirse. Sin embargo, este molusco también tiene sus particularidades y, por ejemplo, no todos los tipos de terrenos les resultan especialmente idóneos a la hora de reproducirse. Comparte hábitat con otros dos bivalvos dispares, la almeja fina y el berberecho, pero lo que los investigadores todavía no han determinado es si existe competencia. Es decir, si puede afectar al desarrollo de los dos primeros.

La bióloga de la cofradía de Noia, Liliana Solís, que intervino en la realización de un estudio sobre las poblaciones de bivalvos en Galicia, explica: «Al igual que el berberecho y la almeja fina, se desarrolla en zonas de estuario, intermareales y de sublitoral somero, donde la profundidad no es excesiva». La profesional también precisa que la japónica es una invasora, pero que está naturalizada y hay que convivir con ella.

La competencia con el berberecho y la fina, en caso de que llegara a demostrarse su existencia, puede venir porque coma su alimento, porque ocupe su espacio impidiendo la fijación de larvas de los otros moluscos o porque haya una hibridación, en este caso con la almeja fina.

Decenso significativo

Existe una constatación, por parte de las asistencias técnicas y de los mariscadores de las cofradías de las rías de Arousa y de Muros-Noia, de un significativo descenso de la almeja fina. Sin embargo, los expertos también señalan que su desaparición puede deberse a factores distintos a los de la expansión de la almeja japónica a lo largo y ancho de los bancos marisqueros. En este sentido, Liliana Solís comenta: «En un mismo banco marisquero, yo he tenido grandes densidades de población de las tres especies».

A diferencia de lo que sucede con el berberecho y la almeja fina, la babosa busca zonas de mayor profundidad porque tiene dificultades para sobrevivir en áreas donde se registran secas muy grandes. A este respecto, el presidente de la agrupación de mariscadores de Ribeira, Andrés Martínez, manifiesta que, precisamente, las características de las concesiones marisqueras que administra el pósito son la causa de que no haya japónica y que una de las variedades estrella sea la babosa.

Una variedad del Pacífico que llegó a Europa desde Estados Unidos

Un estudio realizado hace varios años por investigadores del CSIC determinó que la almeja japónica llegó a Europa en los años setenta a partir de ejemplares procedentes de Estados Unidos. Sin embargo, su origen estaría en un lugar muy distinto, en el Pacífico.

Concretamente, el trabajo desarrollado por los expertos, que analizaron el ADN de poblaciones de este bivalvo en distintos lugares del mundo, entre ellos la ría de Arousa, sitúa a Japón como el primer lugar en el que se cultivó. La importación de bivalvos desde el país nipón a Norteamérica y, posteriormente a Europa, se presume como la causa de que también recalase en Galicia.

Aunque lleva años implantada, continúa considerándose una especie alóctona y, por ejemplo, no se subvenciona la compra de semilla para su siembra en los bancos marisqueros gallegos.

Diferencias por zonas

En las rías de Muros-Noia y Arousa, la almeja japónica tiene una presencia desigual según las zonas de las que se trate.

Es casi testimonial en el caso de las concesiones marisqueras muradanas, mientras que no se da en las de Ribeira y Aguiño. Por el contrario, su crecimiento se ha multiplicado en Rianxo, Cabo de Cruz y Noia. En los dos primeros casos, ha terminado por convertirse en un importante recurso económico.