Los bancos marisqueros de Arousa norte salieron indemnes de las riadas

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

MARCOS CREO

La Xunta destaca que todos los análisis realizados esta semana refuerzan la tesis de que los sedimentos que llegaron a la ría eran previos al gran incendio de Barbanza

10 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El marisco de la costa de Boiro y A Pobra Caramiñal no se ha visto afectado por las riadas registradas desde el lunes en Barbanza. Así lo reiteraron este viernes desde la Xunta, que indicó que los análisis realizados por el personal de Augas de Galicia, Medio Rural y Mar descartaron de manera tajante que el bivalvo estuviera contaminado por los sedimentos arrastrados por los ríos Coroño y Pedras, en Boiro y A Pobra respectivamente. A ello se agarraron las cofradías de ambos municipios, cuyos mariscadores continuaron con su actividad con total normalidad.

«Estívose facendo un seguimento desde o primeiro minuto. Seguimos alerta por se as cousas cambian, pero todos os resultados son positivos para nós e hai que traballar», destacó el patrón mayor de A Pobra, Enrique Maceiras, quien añadió que el de su pósito es un «produto de calidade. Non hai moito, pero ese é outro problema. O que si hai é do mellor do mercado».

En el arenal de Raposiños, mariscadoras pobrenses estuvieron faenando desde primera hora de la mañana de ayer, aunque ya lo habían hecho el jueves. Lo mismo ocurrió con las profesionales de Boiro, según indicó el responsable de pósito de Cabo de Cruz, José Manuel Pérez, que precisó que se trabajó «sen problema e baixo unha absoluta normalidade. Non houbo alarma pola nosa parte, non vimos nada raro en ningún momento».

En alerta

A pesar de que la turbidez en el agua, según los informes técnicos, no se debió a la presencia de ceniza del gran incendio de Barbanza, desde la Xunta reiteran que la situación puede variar en cualquier momento, de ahí que los profesionales seguirán visitando la costa de comarca para realizar análisis de forma periódica. Tanto desde la Consellería de Mar como de la de Medio Rural se tiene claro que si las lluvias regresan a la comarca con intensidad, cualquier cosa puede ocurrir.

Por el momento se sigue insistiendo en que tanto el personal de Aguas de Galicia como los técnicos del Centro de Investigación Forestal de Lourizán afirmaron que las llamas del gran incendio de agosto se propagaron con mucha velocidad —avivadas por los vientos de nordeste—, lo que motivó que la afectación del suelo fuera en general baja, de ahí que se crea que las cenizas no tienen que acabar llegando a los ríos.

Sobre la oscuridad de los sedimentos que se pudieron ver a lo largo del río Pedras, desde la Xunta también explicaron que los análisis confirmaron que se trata de restos del propio regato que estaban en el fondo antes del incendio, y que las fuertes lluvias arrastraron. De momento, todos los implicados siguen mirando al cielo mientras esperan que las precipitaciones lleguen de manera paulatina.