Ahogados

Ana Gerpe Varela
Ana Gerpe EL BALCÓN

BARBANZA

MARCOS CREO

«Al margen de los efectos causados por la sucesión de borrascas y la bajada de la salinidad en las rías, hace años que todos, sector y Administraciones, son conscientes de la pérdida de la productividad en el marisqueo»

23 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Una buena amiga dedicada al marisqueo en la comarca me reconocía recientemente que, en líneas generales, se habían convertido en meros recolectores y que hasta ahora, que los bancos naturales están a cero, no se habían preocupado, por ejemplo, de poner en marcha semilleros para la siembra de las concesiones. Únicamente la cofradía de Noia dispone de criaderos propios para nutrir a sus bancos y, precisamente hoy, tiene prevista la realización de una siembra de 180 kilos de almeja babosa.

Al margen de los efectos causados por la sucesión de borrascas y la bajada de la salinidad en las rías, hace años que todos, sector y Administraciones, son conscientes de la pérdida de la productividad en el marisqueo. Primero comenzó a escasear la almeja fina, pero quedaban babosa, japónica y roja para continuar. Cuando le llegó el turno a la almeja babosa comenzaron a encenderse las alarmas y, desde hace unos años, con los bancos de libre marisqueo en la ría de Arousa que no dan ni para un arroz, los movimientos por parte de integrantes del sector se intensificaron.

La mayor parte de los productores de la rías de Arousa y Muros-Noia llevan meses inactivos. Las depuradoras de moluscos que solo adquieren producto autóctono hacen equilibrios para mantener la actividad. El bivalvo no se desarrolla y al mejillón le sucede lo mismo. Un bateeiro reseñaba en la concentración realizada la pasada semana en Ribeira que se cae de las cuerdas.

Uno de los puntales económicos de Barbanza se hunde y los profesionales directos e indirectos vinculados a este se ahogan. No es posible esperar más y puede que sea tarde.