Por mucho que el mundo avance nos regodeamos siempre en las mismas historias. Las películas de Marvel siempre son la misma película, los discos de AC/DC siempre son el mismo disco. ¿Por qué ha de cambiar algo que está bien? Yo soy especialmente sentimental con un tipo de relato: la del individuo que cae derrotado contra el mismo obstáculo pero que no se rinde. El viaje del héroe. La historia de Luke Skywalker, Rocky, Neo, Ulises, Frodo… Ese arco narrativo me hace ignorar el sabor a comida de hospital que nos sirve la vida.
La madrugada de este domingo, Israel Adesanya, Izzy, se enfrentó a Alex Pereira por el título de peso medio en la UFC. Era la cuarta vez que Izzy peleaba contra Alex, conocido como Poatan que en lengua tupi quiere decir «nudillos de montaña». Izzy había perdido las tres peleas anteriores contra Poatan. ¿Cómo enfrentarse otra vez a alguien que te ha batido el cobre en tres ocasiones? En el segundo round Poatan ya tenía a Izzy contra las cuerdas, estaba dándole la del pulpo: jab de derecha, crochet al cuerpo, rodillazo… pero Izzy sacó un gancho con el dulce latido de la hoz vengadora de la historia. Tan rápido que lo lanzó dos veces. Y Poatan quedó en el suelo. No somos lo que tenemos, somos lo que perdimos.
Tras la victoria, Izzy gritaba a la cámara «Believe in youself!». Cree en ti. Era domingo a las 5 de la mañana, entraba a trabajar en tres horas y me puse a hacer flexiones y a boxear frente al espejo, cara a cara conmigo mismo y con la sola música de mi corazón. No importa cuanto me sacudan, como Izzy, tengo un gancho preparado.