No lo llamen protector

Emilio Sanmamed
Emilio Sanmamed LIJA Y TERCIOPELO

BARBANZA

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«El omeprazol es la segunda molécula más recetada de España, por detrás del paracetamol»

18 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Existe una especie de contrato social entre sanitarios, un pacto tácito: llamaremos al omeprazol «protector de estómago» y aceptaremos barco como animal acuático. Sabemos que esto no es preciso, pero supongo que es más sencillo asimilar el concepto de protección que el de inhibición de protones, que es el mecanismo de acción del omeprazol (y del resto de fármacos apellidados «prazol»). Llamarlo «protector» es una simplificación, pero es una simplificación imprecisa.

El omeprazol es la segunda molécula más recetada de España, por detrás del paracetamol. Su uso principal es para tratar el reflujo y las úlceras gastroduodenales; también se utiliza en combinación con antiinflamatorios como el ibuprofeno, para evitar las úlceras que estos puedan causar. Sí, antiinflamatorios, esos fármacos tan habituales también tienen efectos secundarios. Otro día hablamos de ellos.

¿Entonces? Es un antiulceroso, es un inhibidor… pero el omeprazol no es un protector. He escuchado mil veces esta frase «tomo cinco pastillas diarias, voy a necesitar omeprazol». No es así, no es el número sino la naturaleza de la medicación lo que determina si se necesitará un inhibidor. Por las preguntas que me suelen hacer, creo que es importante mencionar que en el último estudio de Piovani no se encontró asociación entre los inhibidores de la bomba de protones y el cáncer de estómago.

Recapitulemos: el omeprazol no previene diarreas, no cura el dolor de estómago, no favorece la digestión —podría ralentizarla—, puede tener efectos adversos. Y, lo siento mucho, no frena la resaca.