Irene Miranda, escritora y actriz: «Hago teatro por hacer teatro»

Celia Riande García
celia riande RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Cedida

Natural de Outes, presenta este fin de semana su primera obra como directora, titulada «Lo del 75», una representación ambientada en la época de la Transición

16 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Conocer la historia de Irene Miranda es entender su presente. Hay personas que tienen una pasión desde que nacen, y su caso no es la excepción que confirma la regla. Comienza la carrera de Comunicación Audiovisual porque desconocía que existía la opción de las artes escénicas, estudios que acaba haciendo en Málaga. Pero su trayectoria en realidad comienza con 3 años, cuando obligaba a su hermano y a su vecina a representar obras de teatro que luego, muy pacientemente, veía su abuela.

Con 12 años escribe un musical para sus amigas que enfrentaba a unas adolescentes macarras con otras más pijas. Y es que, si algo tiene claro Irene es que, cuando escribe, su pretensión es entretener, que la gente disfrute, sin generar grandes debates ni movilizar opiniones políticas. Y no por ello sus obras son menos importantes, o llegan menos sus mensajes. Dice el dosier de Lo del 75, su última obra que «como en todos lados, a cada uno le duele lo suyo». Una frase misteriosa que en realidad tiene todo el sentido del mundo.

Lo del 75 se sitúa en una época de transición, de grandes cambios políticos y en la que ya tenía presencia la banda terrorista ETA. Sin embargo, la obra no trata de eso, si no de los pequeños grandes dramas que sufre el matrimonio de Ofelia y Fermín. Esa es su realidad. Irene Miranda cuenta lo que a ella le mueve y busca conectar con la gente de a pie, no con, como ella dice «un ejército de genios pretenciosos».

La obra se sitúa en Torrillo como se podría haber situado en cualquier otro sitio, y esa es la magia de Irene. La flexibilidad, la construcción del guion, pese a ser la directora, de la mano de sus compañeros. La capacidad de convencer a concellos y escenógrafos con una obra a medio escribir, pero con mucho potencial en sus líneas. Y aunque esta no es la primera obra que escribe, sí es la primera que se presenta.

Pistoletazo de salida

Lo del 75 se estrena este fin de semana en tres funciones por el territorio gallego. La primera cita será el viernes en el Auditorio de Milladoiro, a las 18.30 horas. También se podrá disfrutar del espectáculo en el Liceo de Noia, el sábado 19, a las 21.30; y en la Casa de Cultura de Outes, el domingo, a las 19.00.

Es precisamente en «Serra», como dice Irene, donde siempre quiso presentar esta obra. Y es que, pese a que viva en Madrid, como tantos, sus creaciones siempre han estado dirigidas pensando en Galicia. De hecho, no es la Galicia actual la que interesa a Irene, sino su pasado. «Me gusta la época en la que no existían los móviles ni se escuchaba reguetón, aunque yo me pase todo el día con el móvil y el reguetón me flipe», explica.

Pese a tener 27 años, la directora dees una apasionada del pasado de las verbenas, los pasodobles y las fiestas de pueblo de hace años. Y quizás esa nostalgia sea la responsable de los nombres que reciben sus protagonistas, Fermín y Ofelia, que viven una crisis matrimonial llena de drama, pero también de humor, porque «los problemas que ahogan a unos, son una tontería para otros», explica Irene Miranda.

Idas y venidas

El proceso de creación de Lo del 75 no ha sido sencillo ni ha avanzado de forma regular. De hecho, esta no iba a ser la obra que Irene pensaba presentar en Galicia. Nació como un intento desesperado de, en esos años en los que cada uno busca su camino y mantener amistades es tan complicado, seguir con el hábito de actuar con sus amigos y tener proyectos juntos. De hecho, admite que fueron ellos los que hicieron que la obra siguiera adelante cuando a ella le entraban dudas, y también quienes dieron a los personajes sus rasgos finales.

A una persona del mundo del teatro no se le puede desear buena suerte, pero Lo del 75 puede que ni siquiera la necesite. Su directora, pese a tener los miedos habituales que conllevan los primeros bolos de una obra, se toma estas cosas con confianza. «El ensayo con público sirvió para ver que la gente seguía la historia y la disfrutaba, ahora vamos más tranquilos a las representaciones de este fin de semana», concluye Irene Miranda.