Okupas tienen controladas casas abandonadas en toda Barbanza en las que poder entrar en cualquier momento

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

O Saltiño. Este edificio, ubicado entre el ambulatorio y el campo de Barraña fue uno de los últimos okupados  del término boirense. Vecinos de la zona afirman que la Guardia Civil lo desalojó hace meses
O Saltiño. Este edificio, ubicado entre el ambulatorio y el campo de Barraña fue uno de los últimos okupados del término boirense. Vecinos de la zona afirman que la Guardia Civil lo desalojó hace meses CARMELA QUEIJEIRO

Agentes de las fuerzas del orden afirman que han localizado viviendas deshabitadas de las que echar mano: «En caso de necesidad se meten dentro y listo»

22 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«Creo que esto solo acaba de empezar. Con la llegada del invierno, las okupaciones van a aumentar. Estamos ante la punta de iceberg. Conocen mejor la legislación y, hagan lo que hagan, saben que no les va a pasar nada». El que habla es un agente de las fuerzas del orden de Barbanza que confirma lo que los propios inquilinos ilegales dicen sin tapujos: «Ellos mismos te confiesan que controlan viviendas por toda la comarca. Cuando les dicen que tienen que irse, replican que no hay problema, que hay una casa libre en Xuño, otra en Palmeira, otra en Corrubedo, en A Pobra. Que las tienen controladas y que, cuando lo necesiten, se meterán dentro y listo».

Eso mismo fue lo que sorprendió e indignó a los vecinos de O Chazo que a finales de septiembre lograron que un grupo de tres okupas abandonasen una vivienda que habían allanado en la zona. En aquel momento, los inquilinos ilegales replicaron con que tenían otras disponibles en Boiro en las que podían entrar. Lo mismo ocurrió en Ribeira, con la pareja de okupas del chalé de la carretera DP-7301, que conecta Xarás con San Roque, que afirmaron que sabían que la vivienda llevaba años sin habitar.

«Esos casos no son los únicos. La mayoría de los okupas son gente sin recursos, viven en la zona y en caso de necesidad se meten dentro y listo. Van a las que saben que no hay movimiento desde hace tiempo», destaca otro agente, que confirma que, al contrario del incidente de O Chazo, o la casuística de los edificios okupados de Abesadas, lo normal es que intenten pasar desapercibidos y no crear malestar entre los vecinos.

«Está el caso de las familias sin recursos, en las que uno puede quedarse sin trabajo, no encuentran otra solución y no quieren problemas». Destaca: «Lo que tratan es de encontrar una vivienda alejada de los núcleos de población y no llamar demasiado la atención, que no se les vea».

Adicciones

Apuntan que es muy diferente los casos en los que hay personas con adicciones a las drogas, como el de los dos edificios de Abesadas, convertidos en un punto de conflictos para los residentes más cercanos a las viviendas, lo que moviliza al vecindario para que las instituciones pongan solución. «Ahora se ha convertido en un lugar al que llegan, pillan y se marchan», afirmaba esta semana uno de los residentes en Abesadas.

«Falan entre eles. Si entran tres, ao cabo de 15 días, tes a 20 dentro da casa», destaca uno de los vecinos de Boiro que evitó la okupación en O Chazo. Que el boca a boca y el control de las viviendas existe, es algo que confirman fuentes policiales, aunque destacan que no hay que preocuparse. La okupación es siendo residual en Barbanza, aunque, como ocurre comúnmente, cada caso hace ruido como si fueran 20.

«Es imposible que entren en una primera vivienda»

Fuentes de la Guardia Civil afirman que los casos de okupación son mínimos en la zona. Sobre todo, destacan que «es imposible que entren en una primera vivienda. La ley protege al propietario. Nadie va a perder la casa en la que vive». Es por ello que, desde las fuerzas del orden intentan hacer ver que «cuando se escuchan casos de familias de ciudades grandes que pierden la vivienda tras irse de vacaciones me hace sospechar que hay datos que no se dicen. Es imposible».