Los mojones se imponen a los coches

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Costas recrudece la batalla contra el aparcamiento irregular al lado de las playas de Barbanza e intensifica la colocación de grandes bloques en los accesos

03 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada verano se vive la misma estampa: decenas de coches campan a sus anchas en los accesos a los arenales barbanzanos, una práctica que desde la Demarcación de Costas intentan frenar. Además de multar a los infractores, desde hace años han optado por otra vía, colocar grandes mojones en los accesos a varios arenales de la comarca. La medida parece que ha sido efectiva, y hace apenas unas semanas intensificaban estas labores instalando grandes bloques en la zona de A Corna -un arenal que une los municipios pobrense y ribeirense-, y también en la de A Illa, en A Pobra.

Desde la Delegación del Gobierno explicaron que el objetivo era intentar acabar con los desmadres que se producen durante la temporada estival, puesto que se habían registrado varias denuncias de automóviles estacionados en estos lugares de forma irregular. Sin embargo, lo que en principio parecía una buena medida se acabó convirtiendo en todo un despropósito, puesto que la colocación de dos mojones en la playa pobrense de A Illa no había sido comunicada a los propietarios de las fincas situadas en las inmediaciones, a muchos de los cuales se les cortó el acceso a sus viviendas.

Una decena de propietarios de terrenos se pusieron en contacto con el Concello pobrense, que también desconocía las intenciones de la Demarcación de Costas, aunque era consciente de que se le había solicitado que se tomasen medidas para impedir que los vehículos estacionaran de forma ilegal en la zona durante el verano. Además de mover los grandes bloques para facilitar el acceso a las parcelas afectadas, ya que algunas no cuentan con otra entrada, hace unos días se colocó una señal en la que se prohíbe aparcar y solo se permite pasar a los vehículos de los titulares de esas fincas privadas.

Más de 600 multas al año

Aunque para muchos vecinos y turistas dejar el coche cerca de las playas de Barbanza es normal, porque «siempre se aparcó allí», la Ley de Costas aprobada en el año 1988 explica que está expresamente prohibido el estacionamiento y circulación en las zonas de dominio público marítimo-terrestre. Vulnerar esta normativa se considera una falta grave, y las sanciones oscilan ente los 100 y los 3.000 euros, dependiendo de si se es reincidente.

En los últimos años, la cifra de multas ha superado las 600 cada temporada, y no solo fueron a conductores, sino también a personas que acampaban en zonas prohibidas o a autocaravanistas que decidían dejar su vehículo durante semanas estacionado en una zonas con vistas a las playa.

De hecho, la elevada cantidad de automóviles que vulneran las normas ha motivado que en los últimos años hayan tenido que colaborar los agentes de las distintas policías locales con los de la Demarcación de Costas y con los del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil.

«Si llego a salir media hora más tarde de casa ya me quedo atrapado»

Ellos eran los principales interesados en que se tomasen medidas, puesto que cada verano se encontraban con el mismo problema: coches aparcados a un lado y al otro del camino de tierra que lleva a sus fincas, o incluso delante de ellas a pesar de tener una señal de vado. Sin embargo, la decisión de Costas de colocar dos grandes mojones en A Illa los cogió totalmente desprevenidos. «Nadie nos avisó ni nos notificó nada. El día que pusieron las piedras, si llego a salir media hora más tarde de casa me quedo atrapado», explica el propietario de una de las fincas situadas en las inmediaciones de la playa pobrense.

Durante varias semanas tuvo que dejar su coche a varios metros de su vivienda e ir andando, hasta que «alguien las movió, no sé muy bien quien», y pudo pasar de nuevo. Reconoce que el alcalde pobrense, Xosé Lois Piñeiro, se mostró igual de sorprendido que ellos por la medida adoptada por la Demarcación de Costas, pero ya inició los trámites para intentar solucionar este desaguisado. «No se entiende que coloquen los bloques sin antes preguntar a los afectados, podrían haber puesto antes carteles o señales, que era lo que le pedimos. En A Corna parece que estuvieron repartiendo mojones sin sentido, porque no están bloqueando ningún camino», señala el pobrense.

Además de en estos dos arenales, también se han colocado grandes bloques para impedir el acceso en Balieiros y A Ladeira, en Corrubedo; A Retorta y Carragueiros en Boiro, Testal en Noia, o Queiruga y Aguieira, en O Son.