Julián Zapata: Arquitecto de visado

BARBANZA

CEDIDA

Tenía su despacho en un ático de A Rosa, pero visitaba Barbanza con frecuencia

16 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Los arquitectos de más de 50 años recordamos cuando en Galicia se suprimió el «visado urbanístico» mediante el cual el Colexio Oficial de Arquitectos (COAG) disponía de una supremacía sobre los municipios, y era de hecho una autoridad superior e independiente que informaba de si los proyectos cumplían la normativa urbanística o no; y si no lo hacían, poco podía hacer el alcalde de turno. Era ilegal y punto.

Fue el gobierno Fraga el que lo derogó en 1992, quitándole al COAG esa condición de prestigiosa autoridad independiente por encima de las interpretaciones de los distintos técnicos municipales. Se derogó por incómoda, ya que el colegio impedía los trapicheos urbanísticos que organizaban -y organizan- en el terreno municipal.

Esa autoridad la ostentaba Julián Zapata en 33 municipios del área compostelana, desde su despacho del ático de A Rosa, y eso le costó bastantes amenazas, que me relató en varias ocasiones. Porque cuando se jubiló, yo gané el concurso y le sustituí. Pero lejos de ver a un señor subido a una poltrona dictando órdenes, sin perder la dignidad de su trabajo, Julián era lo que nadie imaginaba en ese puesto: era humano. Acercarse a su despacho, lleno de libros y de discos de vinilo, y al abrir la puerta impregnarse de la música de Gustav Mahler a cierto volumen era cruzar el muro legislativo a través de la filosofía, del arte.

Todo el miedo que podría rodear esa visita se convertía en una tarde de tertulia, porque además de gran conversador, Zapata era un hombre muy culto, una persona a la que acudir con el bloc de notas cada día, no solo sobre arquitectura y música, sino sobre el conocimiento. A esas tertulias acudíamos y acabábamos a altas horas en lugares sacros de Compostela, aunque cuándo podía, se escapaba a la comarca del Barbanza, donde conserva muchos compañeros. Siempre te recordaremos, amigo.