Amicos apuesta por la inclusión en su campo de trabajo

Lucía Eiras / A. L. RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Lucía Eiras

La asociación impulsa una actividad de voluntariado en la que conviven personas con y sin discapacidad

21 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Comunicación, compañerismo, integración y fomento de la inclusión social son algunos de los valores que fomenta el campo de voluntariado juvenil de Amicos, que comenzó el pasado miércoles de la mano de esta entidad y que cuenta con el respaldo de la Consellería de Política Social. Un total de nueve participantes, de entre 18 y 30 años, y tres monitores convivirán hasta el próximo domingo en los bungalós del cámping de Cabío.

Se trata de un campo de trabajo integrador en el que los participantes, con o sin discapacidad mental o física, viven y trabajan en un proyecto educativo y conciliador. De ellos, cuatro alumnos viven en la residencia que Amicos tiene en Comoxo, dos acuden al centro de día y tres personas son externas a la asociación.

Las jornadas se dividen en actividades de voluntariado por la mañana y de ocio por las tardes. Entre las ocupaciones que tienen los participantes están la recogida de residuos marinos -como en la visita realizada el viernes pasado a la isla de Sálvora-, la limpieza de playas, o la clasificación de desechos y el reciclaje. Y, entre los fines de esta actividad, como destaca una de las monitoras, «está colocar un hotel para insectos en cada unha das illas do parque nacional. Por agora instalamos dous, en Sálvora e Cortegada». Los ejemplares autóctonos de estas islas ya tienen su hogar hecho a base de materiales reciclados y naturales.

Además de las mencionadas, realizan otro tipo de labores, entre las que destacan los talleres educativos. En estos casos las visitas son al centro de Amicos, donde se imparten las clases, también relacionadas con la fauna y la flora. Se trata de ejercicios fundamentalmente interactivos y participativos que acercan a los voluntarios a las tecnologías y refuerzan los conocimientos adquiridos en otras actividades.

Después de haber cumplido con sus diferentes funciones, las tardes son dignas merecedoras de descanso. La playa se vuelve un lugar idóneo para echar la toalla y tumbarse a descansar, un chapuzón o divertirse en equipo con distintos juegos ideados con los mismos valores.

Solidaridad y compromiso

La realización del campo de trabajo tiene como meta fomentar valores como la solidaridad y el compromiso con la comunidad, así como con las personas que se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad. Las actividades están organizadas y pensadas con el propósito de impulsar la inclusión, participación y el intercambio de vivencias. Asimismo, «todas están dirigidas a mejorar las habilidades sociales de los miembros y contribuir al cuidado del entorno».

Casi dos semanas repletas de ocupaciones que, hasta el momento, están resultando igual de positivas para voluntarios y monitores, como afirma uno de estos últimos: «Ao final comprobas que che ensinan máis eles a ti que nós a eles». Una experiencia que los tres instructores definen como «enriquecedora» por los valores que comparten las 12 personas que conviven. Realzan, a mayores, lo bien que está funcionando, ya que «todos se han adaptado sin problema a pesar de las difíciles circunstancias [en materia de seguridad] que adoptamos este año».

Los voluntarios también destacan el buen funcionamiento de la iniciativa. Una de las componentes, residente del centro de Amicos en Comoxo, afirma: «Nos hemos integrado muy bien. Creamos como una pequeña familia o una gran piña, en la que todos nos ayudamos. Intentamos que nunca quede nadie de lado». Resalta, además, el apoyo y la empatía con la que trabajan.