El equipo con el que ha competido toda esta década disputará hoy, a las 17.00 horas, su primera Copa Príncipe
11 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Cristóbal Álvarez (Vigo, 1977) se ha ganado a pulso la capitanía del Rotogal Boiro. Llegó al club hace una década, cuando todo acababa de nacer. Hoy tiene que pellizcarse para comprobar que es realidad, que por fin disputarán una Copa Príncipe. Sabe del reto, reconoce que no será fácil, pero, pase lo que pase contra el Barça, se antoja muy difícil que alguien logre borrarle la sonrisa
-¿Cómo está el equipo?
-¡Pues imagínate! Con una ilusión tremenda. Creo que esa es la palabra, ilusión, ilusión por jugar, por intentar dar lo mejor de nosotros y por tener esa pizca de fortuna que se necesita en este tipo de competiciones. No es lo mismo que la liga, que te puedes permitir errores. Aquí un pequeño traspiés te deja fuera.
-Les tocó el rival más duro.
-El Barça está fuerte. Se ha reforzado bien. La verdad es que tanto el Barça como el Tarragona son equipos de renombre, de muchos años en Superliga. El Barcelona acaba de descender y ha fichado. Tiene un opuesto colombiano que en ataque es muy duro. Cuentan con una plantilla muy potente. No han perdido ningún partido y apenas se han dejado sets. Ahí demuestran que van a por todas.
-No pinta demasiado fácil.
-Hay que pelear, pensamos en pelear y dejarnos hasta lo último. Estamos encantados de llegar a aquí. Hemos tenido mucha suerte con la plantilla, contamos con jugadores de muchísimo nivel y a ilusión no nos va a ganar nadie. Creo que podemos plantar cara y a ver si tenemos esa fortuna que siempre es necesaria.
-Aunque se juegue en Dumbría, contarán con su gente.
-Por suerte nos queda genial, tan cerca. Obviamente va a venir gente de nuestra casa. Espero que toda la afición gallega nos arrope. Que te ayude siempre es un plus, como nos ocurre en A Cachada, que siempre está lleno y lo notamos muchísimo.
-Lleva ya un buen puñado de temporadas en Boiro.
-Más de diez, son una pila de años [ríe]. Soy uno de los más veteranos. Estamos ahí con la ilusión de dar pasitos hacia adelante. Desde que empezamos siempre pensamos en dar un paso más, un poco más. Esta es la primera Copa Príncipe y la verdad es que ilusiona por todo el trabajo que hay detrás, tanto de entrenadores, jugadores, directiva y patrocinadores. Siempre aspiramos a un poco más. Yo tendría que estar ya jubilado [ríe], pero vengo a echar una mano. Mientras me lo permita el cuerpo y encuentre un aliciente...
-Es uno de los veteranos, pero el club está haciendo los deberes con los canteranos.
-Están jugando, teniendo mucho protagonismo. Pero no me quedo solo con los que van convocados, sino también con los que ayudan en los entrenamientos. Son chavales muy jóvenes para estar en un nivel tan alto. Incluso piensas que les estás exigiendo de más, pero siempre responden.
-¿No se achican?
-Ni un poquito, desde los que más minutos tienen a los que menos juegan. Son chavales jóvenes y les quedan muchísimos años para seguir trabajando y ganando experiencia. Y sin contar a los que se han ido a Palencia para estar con la selección española...
-¿Y usted se pone una fecha para decir adiós o tiene gasolina?
-Bueno, como digo siempre, mientras me respete el cuerpo. Obviamente tengo suerte de que mi mujer y mi familia son los primeros en animarme, con lo cual es un plus. El cuerpo va a menos, pero te tienes que adecuar. El club siempre tira de mí para seguir, y también los aficionados. Recuerdo a un amigo, Agustín, que siempre me decía que mientras el cuerpo aguantara que aguantase yo. Sé que me queda poco, estoy estirando la goma de más [ríe]. Pero yo soy de los que vivo al día. No puedo pensar mucho en el futuro, prefiero centrarme en el presente.